Sánchez, sobre la ley de amnistía: "Acabarán aceptándola, como ocurrió con la ley del divorcio"

Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que en España se han dado casos de 'lawfare' o instrumentalización de la Justicia y ha puesto como ejemplo el uso de la policía por parte del PP en el caso 'Kitchen'.
Sánchez ha afirmado categóricamente que "definitivamente" se han instrumentalizado instituciones públicas para perseguir a adversarios políticos y ocultar pruebas en causas judiciales "que afectaban al Partido Popular". "Eso es la Operación Kitchen", ha indicado.
Esta ha sido la argumentación para defender haber pactado con Puigdemont incluir el término 'lawfare', que hace referencia a la guerra judicial contra adversarios políticos, a cambio de los votos para su investidura.
Además, respecto a las comisiones de investigación en el Congreso, pactadas en ese mismo acuerdo, ha remarcado que "no vinculan sentencias judiciales", pero sí pueden ser objeto de informe a la Fiscalía "para que las tenga en consideración".
En ese sentido, ha recordado el caso "del lino" que partió de una comisión parlamentaria y las conclusiones fueron requeridas por la Fiscalía Anticorrupción para investigar ese asunto. "A eso nos estamos refiriendo", ha rematado.
Defiende de nuevo la figura del verificador
En una entrevista en TVE, el presidente del Gobierno también ha defendido de nuevo la figura del verificador internacional pactada por PSOE y Junts, insistiendo en que se trata de un "mecanismo excepcional" para facilitar el diálogo y eventualmente el acuerdo, al tiempo que no ha querido confirmar que la primera reunión con los de Carles Puigdemont se vaya a producir en Ginebra este sábado.
Sánchez ha señalado que tanto quién ejercerá de verificador con Junts como con ERC se conocerá a su debido tiempo, al igual que el lugar fuera de España donde se producirá el primer encuentro con los primeros. "No estamos todavía en condiciones de decir dónde va a ser", ha señalado.
El presidente ha defendido esta figura, incluida en los acuerdos alcanzados con ambos partidos independentistas, sobre la base de que "si dos no se entienden, el que nos acompañe un tercero en esa labor de verificación es una buena noticia porque nos puede ayudar efectivamente a llegar a acuerdos".
Se trata, ha admitido Sánchez, de "un mecanismo excepcional" como también lo es la situación de estos dos partidos "en el sistema político español". "Ojalá en un futuro no necesitemos este sistema de verificación porque eso significará que hemos construido una confianza" que "honestamente", ha reconocido, no tener actualmente de forma "completa ni total".
En este sentido, ha remitido a los documentos firmados y que el PSOE hizo públicos en su momento, subrayando que el objetivo de las mesas tanto con ERC como con Junts es "hablar de lo que se ha calificado por parte del independentismo como conflicto político, porque evidentemente existe un conflicto político que tenemos que abordar".
Los que se oponen a la amnistía la acabarán aceptando
Sánchez está convencido de que quienes se oponen a la ley de amnistía a los implicados en el proceso independentista en Cataluña acabarán aceptándola, del mismo modo que a su juicio ocurrió con la ley del divorcio o la ley de matrimonio homosexual.
Sánchez piensa que tanto las personas que se manifiestan en las calles como los partidos que se oponen, como PP y Vox, terminarán asumiéndola porque "va a ser bueno para el país en términos de convivencia" y además "reincorpora" al sistema a fuerzas políticas que desde 2017 estaban fuera, en referencia a Junts.
En todo caso, Sánchez ha admitido que conceder una amnistía a los independentistas "no era el paso siguiente que quería dar" pero ha destacado que es un paso "coherente y consecuente" con la política "de normalización y estabilización" en Cataluña que, según ha defendido, ha aplicado en Cataluña en los últimos años.