ELECCIONES GALLEGAS (Serie Previa)
El improbable cruce de caminos de las fuerzas de derecha en Galicia
Carlos Alberto Sánchez,A Coruña, 20 jun (EFE)-. Si se consideran las distintas encuestas electorales publicadas como un oráculo, el futuro Gobierno de la Xunta de Galicia que se adelanta descarta la combinación de una alianza de centro-derecha mientras, por otro lado, todas apuntan a una victoria de Alberto Núñez Feijóo (PP) en solitario.,El último sondeo de los diarios La Región y El Progreso, a través de Infortécnica, prevé una horquilla de entre 40 y 43 diputados para el PP, mientras que Sond
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Carlos Alberto Sánchez
A Coruña, 20 jun (EFE)-. Si se consideran las distintas encuestas electorales publicadas como un oráculo, el futuro Gobierno de la Xunta de Galicia que se adelanta descarta la combinación de una alianza de centro-derecha mientras, por otro lado, todas apuntan a una victoria de Alberto Núñez Feijóo (PP) en solitario.
El último sondeo de los diarios La Región y El Progreso, a través de Infortécnica, prevé una horquilla de entre 40 y 43 diputados para el PP, mientras que Sondaxe, para La Voz de Galicia, augura 40 escaños para Feijóo; Gad 3, para ABC, otorga más ventaja al grupo popular al fijar la foto en 42 o 43 diputados, y Celeste-Tel, para eldiario.es, rebaja las expectativas del PP a 38 o 39 diputados.
En todos esos supuestos el PP gobernaría con mayoría absoluta al contar con más de la mitad de los 75 escaños del parlamento gallego.
Los distintos termómetros miden la victoria del PP con mayoría absoluta por cuarta legislatura consecutiva sin que aparezca en el escenario diputado alguno de otras fuerzas al margen de la izquierda más allá de los populares, es decir, ni Cs ni Vox.
Si el próximo 12 de julio se confirman las tendencias publicadas hasta ahora en las encuestas, la formación naranja y la de Abascal continuarían siendo fuerzas extraparlamentarias y residuales, sin influencia en un electorado gallego que prefiere mantenerse el apoyo en bloque a un único partido en la derecha.
No coincide con esa predicción Vox, el partido más optimista entre las formaciones alternativas al PP en el bloque de la derecha, que se ha adelantado al arranque de la campaña llenando de globos verdes las ciudades gallegas y empleando el gallego para construir su lema "Galicia é verde" ("Galicia es verde").
A pesar de que Vox no presenta un candidato concreto a presidir la Xunta y apuesta por una estrategia inusual en la que presenta un líder por provincia, se ha volcado en la campaña electoral gallega porque al grupo de Abascal le salen las cuentas de la extrapolación sobre el número total de votos obtenidos en Galicia en las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019. Entonces sumó 114.000 papeletas en el conjunto de Galicia.
La proyección, que no sigue el sistema de asignación de escaños por provincia empleado en las elecciones autonómicas en Galicia, ha despertado una euforia interna dentro del partido de Santiago Abascal que les lleva a pensar que al menos obtendrán un candidato por la provincia de A Coruña y otro en Pontevedra.
Por ello su líder nacional ha dicho que tendrá "vigilado" a Feijóo en la Xunta, al mismo tiempo que ha admitido que prestará su apoyo al actual presidente para impedir "un gobierno de extrema-izquierda" en Galicia si necesitase su alianza.
Feijóo, celoso de su territorio, ha lanzado mensajes a los votantes de centroderecha del tipo "Vox es un partido que está en contra de Galicia", y ha asegurado, por otra parte, que no tiene "interés ni compromiso" en pactar con Vox y no lo hará.
Sin fuerza se ha quedado Cs en Galicia, ya que ha perdido a una buena parte de su militancia y ha visto cómo se han quedado en el camino algunos candidatos electos y no electos en Galicia como Diz Guedes, en Pontevedra; Jacobo Vázquez, en Lugo; o Mónica Martínez, en A Coruña.
La caída de figuras de primer nivel nacional del partido ha debilitado a la formación naranja a pesar de que, al contrario que Vox, que no tiene en Galicia una referencia visible, sí tiene una líder de grupo que aspira a la presidencia de la Xunta, la candidata Beatriz Pino.
En el pasado Ciudadanos ha elegido cabezas de lista -Antonio Rodríguez y Cristina Losada- con los que no ha conseguido consolidar una base electoral fuerte, y ahora ha visto cómo se ha desmoronado a la velocidad de UPyD, si se comparan los 182.678 votos (11,18%) que consiguió en el feudo gallego en las generales del 28 de abril del año pasado con los 63.571 (4,73%) del 9 de noviembre -Albert Rivera fue el candidato a la presidencia del Gobierno en ambos casos-.
El intento de coalición a la desesperada con los populares, un PP-Cs al estilo de la que sí competirá en el País Vasco, ha fracasado desde el inicio.
Con este panorama, el bloque de derechas en Galicia arranca sin ver claro si sus caminos se cruzarán. Será la cosecha de votos de la noche electoral del próximo 12 de julio la que ponga fin a los sueños y las especulaciones.