Hay una estrecha relación entre bienestar y satisfacción, y rendimiento laboral. De ahí que promover un ambiente laboral optimista facilitará una plantilla más satisfecha, más comprometida con la empresa y por tanto más productiva. Así lo destacan todos los estudios realizados, de tal manera que el 63% de los directivos coloca al frente de sus prioridades el preservar la salud y el bienestar de los empleados. Se apuesta por el enfoque de “las personas primero” .

MÁS ALLÁ DE LA PAUSA DEL CAFÉ

Crear un ambiente psicológicamente seguro, reconocer el valor de cada persona, abordar lo emocional y promover el trabajo resistente son algunos de los aspectos que están convirtiéndose en la base del cuidado de los profesionales. Su felicidad llega a aumentar en un 88% la productividad, hasta un 33% más la energía y eficacia y disminuye en un 300% el riesgo de accidentes laborales.

Y ahora que muchos trabajadores continúan desarrollando su labor en remoto, más que nunca la comunicación se ha vuelto una herramienta fundamental para transmitir el clima y la cultura de la empresa y mantener la energía para afrontar los retos profesionales.

Por ello, los departamentos de recursos humanos tienen en su hoja de ruta la humanización de la tecnología, el refuerzo de las relaciones interpersonales, ya que se ha perdido el contacto directo, y la conexión entre los empleados. Lejos queda pues la imagen de una oficina en la que se penalizan las relaciones personales, el intercambio de inquietudes o cuestiones familiares durante la jornada laboral. Atrás dejamos la pausa del café como único contacto personal. Compartir emociones o preocupaciones ayuda a llevar mejor las exigencias de la rutina, es la fusión del entorno laboral y personal más allá del mero teletrabajo.