Repsol carga contra el pacto entre PSOE y Sumar y anuncia que condicionará sus inversiones en España

Repsol carga contra el pacto entre PSOE y Sumar por el que un nuevo gobierno de coalición mantendría el impuesto a las empresas energéticas y a la banca.

En un duro comunicado advierte de que este gravamen podría condicionar sus futuros proyectos en España.

Una reacción contundente, la petrolera entiende que la posibilidad de que se mantenga un gravamen que se ideó como temporal, castiga a las empresas que como Repsol invierten en activos industriales, generan empleo y garantizan la independencia energética del país.

En el comunicado asegura que la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal podría condicionar los futuros proyectos de Repsol en España. Se interpreta que aunque mantenga la sede en nuestro país y las refinerías y otras instalaciones, que ya tiene operativas, se va a replantear donde establece los nuevos proyectos. Hay en juego cifras multimillonarias en inversiones.

El impuesto iba a grabar las cuentas de este año y el que viene, pero el PSOE y Sumar lo quieren dejar de manera permanente. Se graba el 1,2 % de la facturación en las compañías con ingresos superiores a mil millones de euros.

Montero no entiende la queja de la banca y energéticas

La ministra de Hacienda y Función Pública en funciones, María Jesús Montero, ha avanzado este jueves que no ve sentido alguno a una "valoración negativa" de los impuestos extraordinarios sobre la banca y el sector energético.

Tras la inauguración del evento anual Interreg, en Santiago, Montero ha dicho a preguntas de la prensa que "mucho menos" razón de ser tiene hacerla sobre cómo estas figuras fiscales afectan "al propio funcionamiento de las empresas y a sus cuentas de resultados".

Tras hacer hincapié en que banca y energéticas siguen presentando cuentas de resultados abultadas, e insistir "en los datos de los beneficios, con el impuesto ya vigente", ha apuntado que uno y otro "son dos sectores al alza que tienen que contribuir de forma significativa a la financiación de los servicios públicos y del estado del bienestar".

Los impuestos extraordinarios sobre la banca y las energéticas han recaudado en su primer año en vigor más de 2.900 millones de euros, una cifra resultado de los dos pagos y muy cercana a la previsión inicial de 3.000 millones del Gobierno, pese a que se introdujeron cambios que disminuían la capacidad recaudatoria.

Según Hacienda, el segundo pago, efectuado en septiembre, ha recaudado 1.453 millones -827 millones del impuesto energético y 626 millones del bancario-, lo que eleva el total anual a 2.908 millones -1.644 millones el energético y 1.263 millones el bancario-.