Pedro Sánchez enfila sus cien primeros días de gobierno y son varios los temas de los que está dando de hablar su gobierno. Uno de los asuntos que más ha dado de hablar ha sido el techo de gasto. 

En julio se convocó al Consejo de Política Fiscal y Financiera. En esta reunión se reúnen a los consejeros de hacienda de las comunidades autónomas para aprobar una subida del objetivo de déficit. Podemos la rechazó por considerarla “absolutamente insuficiente” y Sánchez tuvo su primer problema en el Gobierno.

Tras este contratiempo se ha vuelto a negociar en varias ocasiones. El problema para el gobierno de Pedro Sánchez es que es requisito indispensable que pase por el Senado donde tiene mayoría absoluta el Partido Popular.

Pero cada problema tiene su solución y desde el gobierno no tardaron en encontrarla. Ya están preparando una modificación de Ley de Estabilidad Presupuestaria que incluya que no sea necesario este paso para la aprobación del nuevo techo de gasto.
 

¿Pero qué significa esta terminología? 

La organización encargada de velar por la sostenibilidad de las cuentas públicas es la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Este organismo explica que el techo de gasto establece el límite de cuánto puede endeudarse una comunidad autónoma.

Es decir, su principal función es poner freno a la capacidad de las regiones para poder gastar y así acotar su capacidad de endeudamiento. Ese límite se fija a través de los ingresos. Partiendo de ese dato se calcula cual es el porcentaje que las comunidades pueden endeudarse. Esta proporción puede variar si se aumenta un año los ingresos pero siempre que se respete el porcentaje de deuda. Lo que el gobierno de Pedro Sánchez pretende es que este límite aumente un 4,4%.

Si se aprueba esta senda de déficit, como también se le puede denominar, entraría en vigor para 2019, 2020 y 2021.