La bolsa ha vuelto a dar un importante paso atrás y ha perdido buena parte del terreno recuperado en las tres sesiones anteriores. El temor a las consecuencias de la pandemia sigue siendo muy alto y hoy se ha llevado por delante el optimismo mostrado por los inversores en los últimos días. El índice Ibex 35 ha caído un 1,16 por ciento al cierre para deslizarse hasta los 6,957 puntos y vuelve a situarse en una situación técnica muy crítica, arrastrado por los grandes valores bancarios y por el progresivo deterioro de Telefónica.

La operadora ha sufrido hoy un duro castigo del 3,92 por ciento, mientras BBVA y CaixaBank han registrado ajustes del orden del 2 por ciento y el Santander se ha dejado un 1,3 por ciento. Todo ello en un día bastante prolijo en cuanto a noticias empresariales. Iberdrola, por ejemplo, ha anunciado la consecución de la compra de la empresa de renovables australiana Infigen. Un 52,75% de su capital haya aceptado la oferta pública de adquisición lanzada por la eléctrica española en junio. Las acciones de la eléctrica española han registrado una mínima caída del 0,14 por ciento.

Abengoa, por su parte, ha logrado cerrar las negociaciones de financiación a varias bandas. El grupo energético y tecnológico evita así la entrada inminente en concurso de acreedores. Por un lado, recibirá un préstamo de 230 millones de euros a cinco años para el que se ha solicitado la garantía del Instituto de Crédito Oficial que el Gobierno activó para paliar los efectos económicos de la crisis del coronavirus. Por otro lado, la sociedad recibirá una línea de avales por hasta 126,4 millones, ampliables a 300 millones, a cinco años.

Adicionalmente, Abengoa ha cerrado un acuerdo de reestructuración con un grupo de inversores y acreedores financieros actuales, así como con aquellas entidades que le suministrarán las líneas de avales y liquidez, para refinanciar su deuda. Sus acciones están suspendidas de negociación desde el pasado 15 de julio cuando anunció avances en las negociaciones.

También ha sido noticia el grupo de alimentación DIA tras publicar sus cuentas. El grupo ha logrado reducir sus pérdidas en el primer semestre del ejercicio a 187,7 millones frente a los 418,7 millones del año anterior gracias a la mejoría de las ventas. El grupo está recogiendo los frutos de su proceso de transformación y además de que el comportamiento de los consumidores durante la pandemia ha sido muy favorable. Factores que han compensado la caída por el tipo de cambio provocada en los países latinoamericanos donde está presente. Las acciones de DIA han perdido un 1,6 por ciento.

Finalmente cabe destacar la decisión del consejo de administración de Mediaset España de desistir de la fusión con su matriz italiana Mediaset debido a la paralización de la operación por un juzgado madrileño ha hecho inviable concluirla antes del 2 de octubre próximo, plazo previsto en la normativa holandesa. El mercado queda ahora a la espera de los nuevos pasos del grupo italiano sobre su proyecto de integración de ambas sociedades para crear un grupo audiovisual paneuropeo, denominado MediaForEurope (MFE). Sus títulos han cerrado con un duro ajuste del 3,5 por ciento.

En el terreno macroeconómico apenas han destacado hoy los datos de pedidos industriales en Alemania. Este indicador ha crecido cerca de un 28 por ciento en junio, muy por encima del 10,1 por ciento previsto por los analistas y del 10,4 por ciento con el que cerró el mes anterior, pero esta positiva cifra no ha tenido ninguna incidencia en los mercados.

El Tesoro público, además, ha vuelto acudir a los mercados en busca de financiación. Su primera subasta tras el acuerdo del fondo europeo de reconstrucción. Esto ha permitido a la tesorería española colocar bonos y obligaciones a diez, títulos con vencimiento a medio y largo plazo, por un importe total de 4,572 millones de euros y a intereses más bajos. La entidad ha logrado rebajar el interés de los bonos a diez años por debajo del 0,3 por ciento.

En el mercado de divisas, el euro se ha desinflado a la parte baja de los 1,18 dólares, mientras el precio del barril de crudo Brent se ha estabilizado en torno a los 45,5 dólares. El oro en cambio sigue desatado al alza. Las incertidumbres de la renta variable han impulsado su cotización como activo refugio y ha marcado un nuevo récord histórico sobre los 2.070 dólares la onza en el mejor momento del día.