Ayer el presidente Trump aguó el vino de las esperanzas de una pronta firma del acuerdo comercial con China. El apoyo de Washington a las protestas en Hong Kong ha complicado las negociaciones y compromete el propio acuerdo comercial. El optimismo ha ido diluyéndose, aunque no se ha evaporado por completo. El siguiente hito a vigilar es el 15 de diciembre, que es el día que ha fijado Estados Unidos para imponer nuevos aranceles a productos chinos.  La esperanza, el clavo ardiendo al que agarrarse, se encuentra en la nueva ronda de negociaciones que tendrá lugar la semana próxima. Según las estimaciones que manejan el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, la guerra comercial entre China y Estados Unidos le costará a la economía internacional este año y el próximo un total de 700.000 millones de dólares, lo que equivale a un 0,8 por ciento del PIB mundial. 

El índice Ibex 35 ha bajado un 0,12 por ciento, hasta 9.214 puntos.  La estrella de la sesión ha sido Supermercados Día, que ha completado con éxito su ampliación de capital por 605 millones de euros. Tras esta operación, el magnate ruso Mijail Fridman controla ya el 74,8 por ciento de la compañía. Las acciones de Dia han cerrado en 0,189 euros, con alza de un 39 por ciento. En algunos momentos ha llegado a rozar los 30 céntimos por título.  Han bajado las acereras tras el “profit warning” o aviso de peores resultados que ha lanzado Thyssenkrupp que, además, ha eliminado el pago de dividendo.

Han comenzado a reaccionar tímidamente los bancos, a pesar de que las referencias más inmediatas no son buenas para el sector. El banco suizo UBS ha reducido su beneficio un 16 por ciento al cierre del tercer trimestre. Además, la entidad ha advertido sobre los efectos adversos de los bajos tipos de interés, por las tensiones comerciales y por la tensión geopolítica. Las agencia Moody's ha rebajado la perspectiva de los bancos alemanes de estable a negativa. Espera una caída de su rentabilidad y de su solvencia en los próximos trimestres. Los bajos tipos de interés perjudican sobre todo a las entidades más pequeñas. 

Los mercados han tenido que digerir hoy las previsiones de la OCDE, que ha rebajado sus estimaciones de crecimiento para la economía española. Los analistas del club de los países más industrializados del mundo creen que el PIB crecerá este año un 2 por ciento, frente al 2,4 del pasado ejercicio. Espera además un crecimiento del 1,6 por ciento en 2020 y 2021. Sus estimaciones se sitúan por debajo de las que maneja el Gobierno. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha empeorado sus previsiones de crecimiento, desempleo, deuda pública y déficit presupuestario debido a la incertidumbre política. La OCDE espera una tasa de paro del 14,2 por ciento este año en España y del 14,1 el próximo. Espera, además, que la deuda se mantenga por encima del 96 por ciento del PIB en los próximos dos años y que el déficit cierre el ejercicio en el 2,2 por ciento. Además, hoy se ha conocido que el índice que mide la confianza del inversor en la zona euro se mantiene débil. Ha pasado del menos 7,6 al menos 7,2.

Hoy el Tesoro ha vuelto a los mercados. Ha colocado 3.550 millones de euros en bonos y obligaciones con vencimiento a 5, 10 y 50  años. La rentabilidad ha sido en todos los casos algo más alta que en la subasta anterior.  Los bonos a un lustro siguen claramente en negativo. Su rendimiento ha pasado del menos 0,19 al menos 0,101 por ciento. El Tesoro cobra a los inversores que colocan su dinero en estos títulos. El rendimiento de las obligaciones a diez años ha pasado del 0,29 al 0,41 por ciento, mientras a 50 años la rentabilidad ofrecida es del 1,63 por ciento (1,46 en la subasta anterior).  El pasado martes el Tesoro ingresó cerca de 3.000 millones en la subasta de letras a 3 y 9 meses. En ambos casos, con rentabilidad negativa. La Comisión Europea advirtió ayer a España sobre un posible incumplimiento de los objetivos de deuda pública y déficit en el ejercicio 2020.

La prima de riesgo de España se mantiene en máximos de dos meses, en 78 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 0,44 por ciento, es decir algo más arriba que en el mercado de emisiones. El petróleo repunta, supera los 63 dólares por barril. Los expertos creen que la OPEP no incrementará los recortes de producción en la “cumbre“ que se celebrará en diciembre. Los mercados esperan que los países productores se limiten a mantener las cuotas actuales al menos durante uno o dos trimestres más. Además, parece que Rusia no está dispuesta a reducir mas su producción de crudo.