La Comisión Europea ha rebajado sus previsiones de crecimiento para la zona euro. No ha dejado títere con cabeza.  Las previsiones han sido especialmente negativas para Italia, que se encuentra en recesión técnica después de dos trimestres con crecimiento negativo. La CE espera que Italia crezca este año apenas un 0,2 por ciento frente a la estimación anterior del 1,2. Paralelamente, el Fondo Monetario Internacional pronosticaba recientemente un crecimiento inferior al 1 por ciento, tanto en este año como en 2020.

Pero en todas partes cuecen habas. Siguen publicándose indicadores que dejan clara la pérdida de fuerza de la economía de Alemania.  Hoy se ha conocido que la producción industrial germana se contrajo en diciembre en cuatro décimas, cuando se esperaba un crecimiento de siete décimas. Ayer se publicaron los pedidos a fábricas en Alemania, que se han contraído un 1,6 por ciento en el mes de diciembre, cuando se esperaba una ligera expansión. Es un nuevo síntoma de enfriamiento en el Viejo Continente. En España, los analistas de BBVA Research rebajaron ayer sus previsiones de crecimiento económico. Esperan un crecimiento del PIB este año en España del 2,4 por ciento y del 2 por ciento el próximo ejercicio.  Hoy la CE ha reducido una décima sus estimaciones de crecimiento para España en este año, hasta el 2,1 por ciento.  Para el ejercicio 2020 espera un crecimiento del PIB del 1,9, frente al 2 estimado inicialmente. Esta mañana se ha publicado la producción industrial en España y tampoco hay buenas noticias. Se ha contraído  un 6,2 por ciento, es un dato peor de lo que se esperaba. 

Con estas referencias, el euro se debilita, cotiza a 1,1330 dólares. Hace una semana llegó a rozar el cambio de 1,15 dólares. Y también se debilitan las Bolsas. Con estas referencias, el índice Ibex 35 aumenta sus pérdidas a media sesión hasta el 1 por ciento. Busca apoyo en la zona de los 9.000 puntos. También las Bolsa de Milán y Francfort pierden un 1 por ciento. Las cotizaciones de los bancos han acusado el impacto de estas peores previsiones. Todos han empeorado, en especial el Sabadell, que no levanta cabeza. También las empresas acereras y las relacionas con el turismo han evolucionado a peor a lo largo de esta mañana.  

El Tesoro ha colocado hoy algo más de 4.500 millones de euros en la subasta de bonos y obligaciones. Ha recibido una importante demanda de inversores nacionales y extranjeros y ha conseguido reducir su coste de financiación en todos los plazos.  La rentabilidad de los títulos a tres años, por ejemplo, profundiza en su rendimiento negativo. Ha pasado del menos 0,039 al menos 0,086 por ciento.