Los inversores no han sido capaces de ponerle una guinda al pastel de la Bolsa. La semana bursátil se salda con una subida del 0,7 por ciento, lo que lleva la ganancia acumulada en el año hasta el 10 por ciento.  El índice Ibex 35 se encuentra en sus niveles más altos desde el pasado mes de abril.  Hoy ha dado un paso atrás. Hoy ha bajado un 0,57 por ciento, hasta 9.393 puntos. Han lastrado hoy al mercado Inditex, ACS (que publicó resultados ayer tras el cierre) y los bancos. Por el contrario, han subido las acereras y las eléctricas. 

Falta por saber si las bolsas han descontado ya suficientemente las buenas noticias que se esperan o si todavía queda margen  para nuevas subidas. En general, en los últimos días los inversores han agradecido las mejores impresiones procedentes de las negociaciones comerciales entre las dos mayores potencias económicas del mundo. China y Estados Unidos están dispuestos a eliminar de forma progresiva los aranceles que se han impuesto mutuamente a lo largo de la escalada de su ya largo enfrentamiento comercial. Y los mercados lo han agradecido, ya que si se elimina esta incertidumbre se reactivará el comercio mundial y se recuperará la actividad económica. Sin embargo el acuerdo todavía no se ha firmado, por lo que todavía existe margen para las sorpresas.

Los analistas advierten de que cuando el sentimiento del mercado es muy optimista, como es el caso, suele producirse el movimiento contrario y las Bolsas suelen corregir. El índice S&P 500 de Wall Street se ha consolidado con holgura  por encima de los 3.000 puntos. Los analistas técnicos sitúan el nivel de soporte a la baja en 3.065. Por arriba, la zona de resistencia al alza se sitúa en 3.150. El indicador de incertidumbre económica que elabora Bloomberg Ecnomics ha aumentado en septiembre, ha empeorado, porque las tensiones comerciales están frenando la inversión en medio mundo. Los expertos de la firma creen que si se rubrica el acuerdo entre China y EEUU la menor incertidumbre se traducirá en una mejora del crecimiento económico ya en el primer trimestre de 2020.

En los demás mercados, el precio del oro se bate en retirada. Hoy se paga a 1.470 dólares por onza, después de moverse con holgura por encima de los 1.500 dólares en los últimos días. Es una señal de que la incertidumbre y el miedo están reduciéndose.

En el mercado de deuda, bajan los precios y suben las rentabilidades de los bonos. El rendimiento de las obligaciones españolas de referencia sube hasta el 0,4 por ciento, frente a los mínimos que marcó hace mes y medio en el 0,10 por ciento. Los inversores deshacen parcialmente posiciones en deuda para apostar por activos con más riesgo, como la Bolsa. El repunte del rendimiento de los bonos perjudica a las empresas eléctricas y a las que tienen mayor endeudamiento por cuanto aumentan sus costes de financiación. Los bajos tipos de interés que mantiene desde hace meses el BCE han permitido a las empresas reducir sustancialmente sus costes de financiación. Se benefician con especial intensidad, lógicamente, las compañías con mayor endeudamiento. Según un estudio liderado por BBVA, las empresas españolas destinan ahora una media del 33 por ciento de su beneficio ha financiar deuda,  frente al 72 por ciento de hace doce años.

Los bajos tipos de interés, además, han permitido al Tesoro reducir la emisión neta de deuda prevista para este año en 15.000 millones de euros. La deja en tan solo 20.000 millones. Será el año en que menor emisión neta se produzca desde el año 2007. La emisión bruta se situará este año en 195.000 millones, lo que supone un recorte del 9 por ciento respecto al ejercicio 2018.  La caída de tipos de interés le supondrá este año al Tesoro un ahorro en intereses superior a los 2.500 millones de euros.