La antigua Isolux entra en concesiones al hacerse con la gestión de un tramo de la A-31

Lantania ha comprado la cartera de contratos de obra pública que tenía el grupo Velasco, compañía que quebró en 2013 y actualmente se encuentra en liquidación, valorada en 50 millones de euros, según informó la firma surgida de la también extinta Isolux.

En virtud de la operación, la firma que actualmente dirige Federico Ávila entra en la actividad de concesiones, dado que se hace con una participación del 19% en la sociedad concesionaria de un tramo de la A-31 entre Bonete y Alicante.

Entre el resto de proyectos que suma a su cartera al comprar los trabajos del grupo Velasco figuran el mantenimiento de las pistas del aeropuerto de Barajas y del Hospital Gregorio Marañón.

Asimismo, se hace con contratos de obras y conservación para la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital y las localidades de Fuenlabrada o Las Rozas, y la Diputación de Almería.

Lantania también asumirá los 46 trabajadores y el parque de maquinaria del grupo de construcción, que se declaró en concurso a finales de 2013 y entró en liquidación en noviembre de 2018.

Por ello, la antigua Isolux ha completado la adquisición tras el auto que el Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid emitió el pasado día 16 de mayo.

Lantania suma esta cartera de obras a la que la empresa tomó de la también quebrada Isolux, valorada en 250 millones de euros, y en el marco de plan estratégico de crecimiento a 2020 con el que busca situarse con una de las diez mayores constructoras del país.

En un comunicado, el consejero delegado indicó que esta operación "completa la cartera de servicios de Lantania, refuerza su posicionamiento con algunos clientes y se dota de nuevos medios, referencias y capacidades para acometer nuevos proyectos para seguir creciendo".