La carrera universitaria elegida es el primer camino para la inmersión en el mercado laboral en el que cada vez tiene más peso la inteligencia artificial.

El Fondo Monetario Internacional apunta que esta tecnología podría llevarse por delante hasta 300 millones de empleos en todo el mundo en los próximos años. En el caso de España, uno de cada cuatro empleos.

El debate está en si la inteligencia artificial creará más empleo de los que destruya y es que estamos ante un cambio de paradigma porque por primera vez, la tecnología es capaz de sustituir las competencias cognitivas y, además, conduce una polarización del mercado laboral como explica Javier Casares, catedrático de Economía de la Universidad Complutense, en la Cadena COPE.

"Va a haber un impacto de polarización del mercado de trabajo, van a desarrollarse trabajos de alto nivel, bien gratificados, con buenas condiciones laborales, pero, también, trabajos muy precarios de bajo nivel, se va a instalar lo que algunos llaman la era del trabajo cambiante con pocas opciones de progreso"

Pero también contribuirá a mejorar la productividad, así que la clave está, según Casares, en que "el hombre siga dominando a la máquina".

"Sacudida sin precedentes" en los mercados laborales

Para la primera subdirectora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, la introducción de la Inteligencia Artificial (IA) puede suponer una "sacudida sin precedentes" en los mercados laborales ya que no existen garantías de que finalmente los beneficios superen a los costes y ha reclamado un conjunto de reglas "verdaderamente global".

La responsable del FMI advierte de que la IA podría contribuir a revertir la ralentización en el crecimiento de la productividad mundial mediante la automatización de ciertas tareas cognitivas al tiempo que da lugar a nuevas funciones de mayor productividad para que las realicen los humanos.

También recuerda que estudios empíricos recientes sugieren que la IA puede reducir la polarización del mercado laboral al ejercer presión a la baja sobre los salarios de los trabajos mejor remunerados, además de aplanar la estructura jerárquica de las empresas, aumentando el número de trabajadores en puestos junior y disminuyendo el número en puestos de mando intermedio y alto.