Los inversores confían en que los vaqueros enfrentados en duelo no disparen y no haya occisos, aunque ambos hayan desenfundado sus revólveres. Pequín, de momento, se ha mostrado mucho más conciliador que Washington. China reducirá los aranceles a sus principales socios comerciales y ha remachado su intención de tomar medidas para potenciar sus importaciones. Además,  ha anunciado que acelerará el paso para avanzar en la apertura del país a la inversión extranjera, algo que ha gustado en los mercados.  Es toda una demostración de buena voluntad. 

A todo esto, el índice que mide la confianza de los consumidores de la zona euro ha empeorado más de lo que se esperaba (menos 2,9 puntos frente a menos 2,1 previsto). La economía europea sigue perdiendo impulso. Pero hoy los inversores ignoran olímpicamente esa referencia. 

Toca aprovechar la recuperación de las Bolsas. El índice Ibex 35 cierra su novena sesión alcista consecutiva en 9.583  puntos con alza de un 1,03  por ciento. Se ha revalorizado un 4,5 por ciento en estas nueve jornadas. El balance negativo del año se reduce a menos del 5 por ciento. Ya llueve menos. Siguen tirando los bancos.  Los analistas de UBS esperan un buen comportamiento de las entidades financieras españolas en Bolsa. En general los bancos cotizan positivamente el repunte en el rendimiento de la deuda pública. Los bonos españoles a diez años marcan su nivel más alto de los últimos cuatro meses, por encima ya del 1,5 por ciento.  Muchos valores, además,  agradecen la recuperación del peso argentino y de la lira turca. 

Ha subido Inditex y ha reaccionado por fin Telefónica. Ha cerrado a 6,85 euros. Numerosos analistas internacionales han rebajado últimamente su precio objetivo para las acciones de la empresa. Pero con algunas excepciones. Por ejemplo, los expertos de la firma Jefferies han subido su objetivo para el valor hasta 9,40 euros y aconsejan comprar.  Consideran que el dividendo de la compañía se mantendrá en 40 céntimos por título en los próximos ejercicios. Telefónica publicará sus resultados del tercer trimestre el próximo 31 de octubre. 

En los demás mercados, el euro sube hasta 1,17 dólares, el petróleo se mantiene en torno a 79 dólares por barril (a pesar de que Trump ha vuelto a exigir a la OPEP que rebaje el precio del oro negro) y la prima de riesgo continúa estable en 105 puntos. El Tesoro ha colocado hoy  4.520 millones de euros en deuda a medio y largo plazo. La tesorería pública quería captar un máximo de 5.000 millones. Ha colocado cuatro referencias y en todas ellas ha debido asumir costes de financiación algo más elevados que en la subasta anterior. Los bonos a tres años continúan con rentabilidad negativa. Menos 0,061 por ciento frente al menos 0,149 de la anterior subasta. El Tesoro cobra a los inversores que colocan sus ahorros en estos títulos, aunque algo menos que en anteriores ocasiones.

A cinco años el rendimiento ha pasado del 0,19 al 0,27 por ciento.  Las obligaciones con vencimiento en el año 2025 ofrecen un 0,848 por ciento (0,699 en la anterior subasta), mientras los títulos con vencimiento en 2018 han salido con una rentabilidad del 1,493 por ciento (1,432 en la colocación precedente).