Pese al rebote de hoy, la Bolsa ha firmado su segunda semana consecutiva con pérdidas. El índice Ibex 35 sale del día en 10.686 puntos, con un poco brillante repunte del 0,3 por ciento. Recupera una pequeña fracción de lo que perdió ayer. La semana bursátil se salda con una caída del 2,1 por ciento. Ha subido Telefónica, que ha celebrado sin novedad su junta de accionistas. Y ha subido Repsol, al calor del repunte en el precio del petróleo. Ganancias también en los valores que se beneficiarán por un precio del dinero más barato. Por el contrario, ha bajado Grifols. Lo último que se sabe es que Goldman Sachs ha entrado en el capital de la empresa catalana de hemoderivados. Alcanza el 6,25 por ciento tras invertir más de 225 millones de euros.

Muchas dudas en las últimas horas en las acciones de los bancos, ante la creciente probabilidad de que los tipos de interés comiencen a bajar en Europa en un plazo breve, lo que repercutirá en los márgenes del sector financiero. Pero ha sido la aerolínea IAG la que se ha situado a la cabeza de las caídas con una pérdida cercana al 4 por ciento. En el ánimo de los inversores pesan los ataques que supuestamente prepara Irán sobre objetivos de Israel como respuesta a la reciente agresión que sufrió el consulado iraní en Damasco. Crece la incertidumbre, así que el oro hace valer su papel de refugio. Marca nuevos máximos históricos en 2.420 dólares por onza. Sobre IAG, además, pesa el repunte en el precio del petróleo, que supera hoy los 91,5 dólares por barril. Es su precio más alto de este año.

Y el euro se debilita. Se cambia por poco más de 1,06 dólares. En las últimas horas se han desplomado las probabilidades de que la Reserva Federal de Estados Unidos baje tipos en breve. Menos de un 20 por ciento del mercado la espera en junio. Los más la relegan a septiembre o noviembre. Los analistas pronostican solo dos, una o incluso ninguna reducción de tipos este año, frente a los tres o cuatro recortes que se esperan en la zona euro. Nadie olvida que si Europa baja tipos antes que Estados Unidos, como parece probable, el euro se depreciará aún más. No se descarta que se acerque a la paridad con el billete verde de Estados Unidos, rapidez, lo que encarecerá las importaciones de productos energéticos, que se pagan en dólares en los mercados internacionales. Y nadie olvida que un petróleo caro impacta directamente sobre la marcha de la inflación y sobre le crecimiento económico.

Como referencias, macro, el Fondo Monetario Internacional ha aumentado cuatro décimas su previsión para el crecimiento económico de España en este año hasta el 1,9 por ciento y mantiene su previsión para 2025 en el 2,1 por ciento. Ayer la Airef, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, elevó al 2 por ciento su estimación de PIB para el año en curso. Hoy se ha publicado el IPC de España. Es la cifra final de marzo. La tasa general se sitúa en el 3,2 por ciento y la subyacente en el 3,3. No ha habido sorpresas respecto a los datos adelantados hace un par de semanas. En Alemania la inflación ha crecido cuatro décimas el mes pasado, con una tasa anual del 2,2 por ciento. En el Reino Unido se ha publicado un tímido crecimiento de su PIB. Ha aumentado apenas un 0,1 por ciento. No es mucho, pero suficiente para que Gran Bretaña salga de la situación de recesión técnica en la que había incurrido en los últimos meses.