El temor a un conflicto armado entre Rusia y Ucrania ha generado todo un terremoto en todos los mercados financieros. Un 3,18 por ciento ha perdido hoy el índice Ibex 35. Ha cerrado esta aciaga sesión de lunes en 8.417 puntos. Es su mayor caída desde la aparición de la variante ómicron. Hace muy pocas sesiones el Ibex se codeaba con los 8.800 puntos. Han bajado todos los grandes valores, en especial las empresas relacionadas con las materias primas y las vinculadas con el turismo y los viajes. Acerinox y Arcelor han perdido más de un 6 por ciento. La aerolínea IAG se ha dejado un 7 por ciento. Y cerca de un 2 por ciento ha perdido Neinor Homes, tras importantes movimientos en su accionariado.

La excepción ha sido hoy Telefónica, que ha conseguido cerrar con ganancias, lo que no es poco para el revolcón que ha sufrido hoy el mercado. Telefónica ha cotizado hoy la noticia de que la Caixa, -a través de Criteria, su brazo inversor-, ha aumentado su participación en el capital de la operadora. Además, el sector de las “telecos” se ha animado después de que Vodafone haya comenzado conversaciones para su fusión con Iliad, la tercera operadora del mercado italiano.

Peor han ido incluso las cosas en la Bolsa de Milán, que cotiza la incertidumbre política en Italia. Recortes también esta tarde en Wall Street. La Bolsa de Moscú acumula ya una caída cercana el 30 por ciento desde finales de octubre. Y el rublo está cayendo. La tensión en la frontera de Ucrania con Rusia está provocando una desbandada de inversores, que huyen de las posiciones de riesgo. Además ha caído el euro. Se cambia esta tarde pro 1,13 dólares “pelados”. El dólar vuelve a convertirse en un refugio para tiempos de crisis. En su huida los inversores han salido con prisas del Bitcoin. Esta tarde se paga a 34.000 dólares.

Ha subido el precio del gas, pero ha bajado el petróleo. Lo “normal” hubiera sido que su precio hubiera reaccionado al alza, teniendo en cuenta que Rusia es uno de los mayores productores de crudo del mundo. Sin embargo, el mercado entiende que un enfrentamiento armado en Ucrania provocará una menor actividad económica mundial y, de rebote, una menor demanda de crudo y carburantes. Esta tarde el barril de crudo del Mar del Norte baja un 2 por ciento, hasta 85 dólares. Hace pocos días marcaba máximos de siete año rozando los 89.

La rentabilidad del bono de Estados Unidos a diez años ha bajado hasta el 1,71 por ciento. Con la frontera de Rusia y Ucrania al rojo vivo ya no está claro que la Reserva Federal tenga tantos motivos para subir con rapidez el precio del dinero.

Los tibios indicadores de actividad en Europa no han ayudado a las Bolsas, que se han hundido un poco más tras publicarse unos pobres índices PMI. El indicador compuesto del conjunto de la zona euro se ha contraído desde la lectura de 53,3 puntos hasta los 42,4 de enero. Es su segundo mes consecutivo con peores registros. También en Alemania se ha deteriorado la actividad en el sector servicios, aunque ha mejorado el sector manufacturero, gracias a que se ha aliviado la congestión en las cadenas mundiales de suministros. En casi todos los países se ha debilitado el sector servicios, que se han visto afectados por la expansión de la variante ómicron del coronavirus.

En el Reino Unido han empeorado tanto el sector servicios como el industrial. Y en Estados Unidos han caído tanto el índice PMI manufacturero como el de servicios. Ambos se han deteriorado con rapidez, pero se mantienen por encima de la frontera de los 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción económica.

La actividad industrial ha crecido en Japón en enero a su ritmo más rápido de los últimos cuatro años. Ha pasado de 54,3 a 54,6 puntos. El índice PMI de servicios, sin embargo, sigue en contracción en el país del Sol Naciente. Ha bajado de 52,1 hasta una lectura de 46,6 puntos. También está por debajo de 50 puntos el índice compuesto, que mide tanto la actividad manufacturera como la del sector servicios.