Los indicadores de confianza han marcado hoy el ritmo de la bolsa española. La sesión arrancaba con ligeras pérdidas tras conocerse un decepcionante dato del instituto económico GFK, con una caída del 1,8 por ciento cuando los expertos esperaban un rebote del 1,2 por ciento.

Sin embargo, el mercado ha remontado el vuelo gracias al mayor optimismo reflejado por el indicador de confianza económica, un dato agregado que mide la confianza de empresas y consumidores, con un avance a 87,7 en agosto desde 82,4 de julio. Bastante por encima del mínimo de abril en 64,9, pero también lejos del máximo de febrero en 103,4. Una recuperación muy alentadora en medio de los rebrotes del coronavirus en Europa, aunque la confianza consumidora sigue cerca de mínimos tras caer un 14,7 por ciento en agosto.

Entre tanto, los indicadores norteamericanos siguen ofreciendo claros signos de recuperación, lo que mantiene a Wall Street en zona de récord. Esta vez han sido los ingresos y gastos personales los que han superado las expectativas del mercado, mientras los indicadores de precios siguen bajo control. El índice de confianza de la Universidad de Michigan, aunque con poco peso, también ha sido mejor de lo previsto.

Dinámica que ha dado un pequeño impulso final a la bolsa española al cierre, el índice Ibex 35 ha acabado la sesión con un alza del 0,6 por ciento, con una subida acumulada en el conjunto de la semana del 2,16 por ciento, para quedar en los 7.133 puntos. Un avance propiciado por la reacción del sector financiero después de que casi todos sus componentes cayeran la semana pasada a zona de mínimos del año. Bankia ha sumado un 5,7 por ciento, Santander ha ganado un 3,3 por ciento y Bankinter, Banco Sabadell y BBVA se han apuntado subidas ligeramente por debajo del 3 por ciento. Todos ellos se alejan así de la zona de mínimos en la que habían caído hace una semana.

Buena parte de las miradas del mercado se han centrado hoy también en FCC tras solicitar a Panamá la cancelación unilateral del contrato de la construcción de una obra hospitalaria, de más de 554 millones de dólares debido a la polémica por retrasos en su entrega e investigada por la Justicia española. Por su parte, la opa lanzada sobre su filial Cementos Portland se dirimirá en los tribunales debido a un conflicto de intereses respecto al precio. Pese a todos estos problemas, las acciones de la constructora han subido un 0,9 por ciento en la sesión.

En los demás mercados, el euro ha aprovechado la mayor debilidad del billete verde tras la decisión de la Reserva Federal de flexibilizar su visión sobre la inflación para repuntar hacia el nivel de 1,19 dólares. El precio del crudo Brent, por su parte, se ha asentado sobre los 45,5 dólares tras la intensa caída de ayer debido a un impacto menor de lo previsto en la producción del golfo de México como consecuencia de las recientes tormentas tropicales.

En medio de toda esta incertidumbre, el oro ha recuperado algo de fuelle como activo refugio. La onza se ha pagado en torno a los 1.970 dólares y vuelve apuntar a máximos.

Una vez terminadas las vacaciones de verano, la próxima semana se presenta especialmente agitada en los mercados financieros internacionales, al menos en cuanto a indicadores macro. Los datos de actividad PMI y de empleo a una y otra orilla del Atlántico centrarán la atención, pues a buen seguro pondrán a prueba el pulso de las bolsas. Conviene tener en cuenta además que el próximo lunes será festivo en el Reino Unido, principal vía de entrada de la inversión extranjera hacia los mercados españoles.

Recordar, por último, que el Tesoro público español tiene previsto el jueves colocar bonos a tres y cinco años y obligaciones a diez años. Estas últimas quedaron a un interés inferior al 0,27 por ciento en la subasta anterior.