Marzo ya fue malo para el mercado del automóvil, con un caída de las ventas de casi el 70%, y como se esperaba abril, con los concesionarios cerrados, ha sido todavía peor. Un mes horribilis. Apenas se matricularon 4.163 vehículos lo supone un desplome del 96,5%. Ya se ha convertido, con diferencia, en el más negro desde que hay registros.

El grueso de las ventas han estado en Madrid y en el canal de alquiladoras. Son operaciones que ya estaban cerradas y casi facturadas antes del estado de alarma pero que el papeleo se terminó de completar el mes pasado.

El sector descuenta que mayo será un poco mejor. Los concesionarios abrirán sus puertas el próximo lunes 11 y eso reactivará algo la demanda “pero la recuperación de las matriculaciones a un nivel normal va a tardar muchos meses”, según afirma Raúl Morales, portavoz de su patronal Faconauto. Calculan que no llegará hasta después del verano y siempre con cifras inferiores a las del año pasado.

Fabricantes y concesionarios ya han rebajado la previsión de ventas para este año, más de un 40%. Rondarán las 700.000 unidades. Si se confirma, sería el peor dato en las últimas dos décadas. El sector insiste en la necesidad de tomar medidas “ágiles y rápidas” que permitan reactivar la demanda. “La automoción es un tractor importante para otras actividades económicas. Si siguen cayendo las matriculaciones de esta manera se puede poner en peligro la recuperación”, asegura Morales. “Es urgente disponer de un plan de choque”, afirma desde ANFAC, su portavoz Noemí Navas.