El tejido productivo en España está formado, esencialmente, por pequeñas empresas. Según la OCDE, el 94,4% de nuestras empresas tienen menos de 10 trabajadores y el 5,5% son pymes de entre 10 y 249 empleados. Y son precisamente las pymes las que más están sufriendo los rigores de la crisis económica derivada del covid. Muchas de ellas, proyectos en los que jóvenes españoles han empeñado sus mejores ideas. Por ello, es importante dar a conocer el esfuerzo que desde la Unión Europea se va a realizar para la recuperación y que, en el caso español, afectará con especial incidencia a los jóvenes empresarios.

NextGenerationEU es la respuesta europea y es el mayor paquete de estímulo jamás financiado a través del presupuesto propio de la Unión. Este plan de recuperación cuenta con 750.000 millones de euros para restañar los daños económicos que ha dejado la Covid-19 y a los que España le corresponderán 140.000 millones que equivalen al 11% de nuestro PIB.

Estamos ante una oportunidad única para poder abordar una recuperación guiada hacia la digitalización, la reindustrialización y la sostenibilidad medioambiental. Y, lo más importante, se va a realizar a través de proyectos estratégicos que inyecten estos fondos directamente en la economía real.

¿Qué elementos del Plan afectarán a los jóvenes empresarios?

En primer lugar, cabe señalar que la modernización y digitalización del tejido industrial y de la PYME y el impulso del emprendimiento forman parte de uno de los 10 ejes que van a sostener el Plan de Recuperación. No estamos ante una cuestión tangencial sino que está situada como una política palanca por su capacidad de arrastre de la actividad y del empleo. Se pretende destinar un 17% de los 140,000 millones de euros que le corresponden a España. Se trata de uno de los porcentajes de destino de los fondos europeos más altos, junto con la formación (un 18% de los fondos) y el pacto por la ciencia y la innovación (un 17%).

El objetivo es mejorar nuestra competitividad apostando por reforzar las empresas en nuevos sectores de la economía sostenible al mismo tiempo que se impulsan políticas para aumentar su tamaño y su productividad. Y eso se hace con inversión y con una visión a largo plazo. Ese es el sentido del Plan Industrial España 2030 que aprovecha nuestro buen posicionamiento en sectores esenciales como las telecomunicaciones, las energías renovables y la electrónica para transformar nuestro tejido industrial. También de especial interés es el Plan de Digitalización de cuatro sectores estratégicos: turismo, comercio, automoción y salud. Áreas muy relevantes para la economía española en las que ya somos líderes pero que debemos seguir cuidando para no quedarnos atrás.

Dentro del impulso a la pyme, hay líneas de trabajo que prometen ser de gran utilidad. La más perentoria, el Plan de Digitalización de la pymes. Obligado dentro de este gran proceso es poner a las pymes en la senda de la transformación digital. Eso nos permitiría no sólo mejorar nuestras capacidades sino también competir fuera de nuestras fronteras. Y ahí, el Plan de Recuperación tiene previsto reformar los instrumentos de financiación para la internacionalización. Un paso necesario para que nuestras pymes puedan expandirse y crecer más allá del mercado español.

En materia de emprendimiento, el Plan de Recuperación lo fía todo a la Estrategia España Nación Emprendedora. Un documento que puede ser la primera vez que se da a nuestro país de una estrategia que marque objetivo, ordene recursos y mejore los procesos de emprendimiento. Eso sólo se logrará si esta Estrategia es capaz de trasladar al papel la realidad del emprendimiento en España y después convertirlo en realidad. Un proceso muy complejo que requiere mucha determinación pero que, puede significar un antes y un después en el emprendimiento de nuestro país.

Por último, como gran elemento para los jóvenes empresarios está la apuesta por la conectividad digital. Somos un país líder en infraestructuras de comunicación pero necesitamos que se orienten también a la cohesión territorial. La España vaciada debe llenarse de conexión para poder ser un mar de oportunidades en esta nueva era digital. Esto permitirá que muchos proyectos que se están pensando desde zonas rurales se puedan poner en marcha y atraer también actividad desde los polos urbanos.

Como conclusión, los próximos años van a estar marcados por estos fondos NextGenerationEU y por la transformación económica que se impulsa desde Europa. Estamos, sin duda, ante algo más que una tendencia, es una realidad. Y las personas más dinámicas y que mejor se han sabido adaptar son, casi por definición, los más jóvenes. Por eso, NextGenerationEU marcará también el futuro de una generación de jóvenes empresarios.