Las consecuencias económicas para España de la llamada entre Trump y Putin: en nuestro bolsillo
Marc Vidal analiza qué va a cambiar a raíz de esta llamada en clave económica y su impacto en Europa

Publicado el
2 min lectura
¿Qué podemos esperar económicamente de la llamada entre Trump y Putin de ayer? Lo analiza este martes Marc Vidal en su 'Salida de Emergencia', en 'Herrera en COPE'.
"Aparte de todas las inquietudes políticas que sugiere, también se derivan poderosas consecuencias económicas, especialmente para Europa.
Desde 2022, Estados Unidos ha invertido más de 75.000 millones de dólares en apoyo militar y humanitario a Ucrania, gasto que Trump sugiere redirigir hacia prioridades internas como infraestructuras y alivio fiscal para la clase media estadounidense.
La propuesta de Trump para un alto el fuego de 30 días implicaría detener temporalmente estos envíos financieros a Ucrania, liberando fondos muy relevantes que podrían reducir el creciente déficit público norteamericano.
Además, Trump plantea la posibilidad de nuevos acuerdos económicos bilaterales con Rusia, lo que permitirá a Estados Unidos acceder a materias primas clave —como petróleo y metales raros— a costos competitivos, reduciendo así la dependencia estratégica hacia China".
el papel de europa
En este contexto, ¿qué papel juega Europa? "Somos meros espectadores. No estamos en la ecuación. Por lo menos en la de primer grado. Y es algo que no nos favorece.
Recordemos que las sanciones contra Rusia dispararon los precios del gas un 40%, elevando los costes industriales y llevando al verdadero motor del continente, Alemania, a una pérdida de competitividad que nos acabará afectando a todos.

Bandera UE
Es más, si Estados Unidos restablece vínculos comerciales con Rusia, mientras Europa mantiene las sanciones, nuestras empresas se enfrentarán a desventajas económicas insostenibles: mayores costos de producción, pérdida de mercado y riesgos de deslocalización hacia economías más favorables.
El nuevo orden mundial, que emerge de la llamada de ayer, refleja una realidad que en Estrasburgo, París o Berlín no quieren aceptar: el poder y el pragmatismo, en última instancia, habla más alto que los principios.
Y Trump lo tiene claro. Pero aquí insistimos en una autoridad moral, muy discutible, para justificar la inacción de Bruselas, y que nos conduce a la irrelevancia absoluta".