Rosa Díaz

Una niña con poderes sobrenaturales llega a un pueblo de Ávila dispuesta a vengarse del cacique, el cura y todas las fuerzas vivas de la España profunda en "Y todos arderán", una película con un reparto de lujo y una factura de cine de serie B, que este sábado se ha presentado en el Festival de Cine Fantástico de Sitges.

El director de la película, David Hebrero, ha acertado al decidir presentar el filme en este festival, un certamen lleno de amantes incondicionales del género, que aprecian las locuras hechas con bajo presupuesto y mucha sangre.

Aun así, "Y todos arden" es una mezcla explosiva de difícil digestión que ha hecho bien en presentarse fuera de competición.

Su principal baza es el reparto, encabezado por Macarena Gómez, Rodolfo Sancho, Ana Milán y Rubén Ochandiano, con la participación especial de Saturnino García.

Macarena Gómez da vida a la protagonista, que en la primera escena del filme está subida a la barandilla de un puente dispuesta a suicidarse, incapaz de superar la muerte de su hijo y la incomprensión de sus vecinos.

La aparición de una niña cubierta de barro, que calcina con la mirada a un agente de la Guardia Civil ante los ojos atónitos de la protagonista, le impide suicidarse y la adentra en una aventura de venganzas encadenadas.

La principal enemiga del personaje de Macarena Gómez es la mujer del alcalde, interpretada por Ana Milán, que borda el personaje de cruel manipuladora que ha conseguido que todo el pueblo margine a la protagonista para esconder sus propios pecados.

Rodolfo Sancho es el pusilánime exmarido de la protagonista, que la ha dejado sola ante la despiadada crueldad de los habitantes del pueblo, y Rubén Ochandiano es el monaguillo y único aliado del personaje de Macarena.

Todos ellos están creíbles en sus papeles, a pesar de lo increíble de la historia, a la que el director ha querido dar un tono épico, teatral y colorido, lejos de los cánones habituales del género de terror.