La Fundación Juan March abre una ventana al complejo universo creativo de Ad Reinhardt, pionero del minimalismo y el conceptualismo, con su primera retrospectiva en España en la que reúne medio centenar de cuadros ante los que pide al espectador: detenerse a contemplar.

El arte es el arte y todo lo demás es todo lo demás, una de las frase del artista que da nombre a la muestra, abrirá sus puertas este viernes, 15 de octubre, en Madrid, con un recorrido que acerca a este pintor desconocido para el gran público y su faceta como ilustrador, docente y viñetista, menos conocida.

Queremos que la visita sea un ejercicio de radical atención, ha señalado Manuel Fontán del Junco, director de museos y exposiciones de la Fundación Juan March.

Para ello, el medio centenar de cuadros reunidos para la ocasión aparece sin título ni fecha de creación. El objetivo es que el espectador se concentre en la contemplación de las obras.

La retrospectiva, que permanecerá abierta hasta el 16 enero, recorre la trayectoria de Reinhardt (1913-1967) desde sus primeros años, fuertemente influenciado por el cubismo, hasta su posterior evolución, con una visión pura, casi mística de la pintura, en la que crea lienzos monocromáticos con formas geométricas de distintos tonos.

Los últimos años de su vida, los dedicó a pintar cuadros en negro (3 piezas en la exposición). Estas pinturas negras son el culmen de su producción, explicaba hoy durante la presentación María Toledo, jefe de proyectos expositivos de la fundación y comisaria de la muestra junto con Lynn Zelevansky, experta en la obra del pintor.

A primera vista, las pinturas negras parecen un mero lienzo pintado en negro, pero tras un tiempo contemplándolas, se pueden apreciar distintos tonos y una figura central con forma de cruz.

La obra de Reinhardt, un artista clave para comprender la abstracción moderna, requiere de silencio y tiempo para apreciar todo su significado, recalca Zelevansky.

Sus pinturas suelen ser muy difíciles de reproducir y fotografiar justo por este juego de colores, que solo se puede ver en directo y tras una pausada contemplación, subraya la comisaria.

Pese a la radicalidad de su obra pictórica, Reinhardt cultivó una faceta mucho más desenfadada e irónica como dibujante en revistas, periódicos, panfletos y material documental fruto de su labor como docente y ensayista, que también está presente en la exposición.

Esta faceta paralela de Reinhardt era la que realmente le daba ingresos económicos, según los comisarios. En ella se pueden encontrar tiras cómicas sobre historia y teoría del arte, o algunas de las diapositivas que usaba en sus clases y conferencias, cargadas de ironía.

El arte es el arte y todo lo demás es todo lo demás pretende mostrar esos dos mundo separados de Reinhardt, en aparente desconexión pero creados a la par por una de las figuras claves de la abstracción moderna.EFE

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