Pilar Martín

Hace seis meses Antonio Ruiz Onetti dio un "golpe de timón absoluto para evitar el rumbo al desastre" al salir elegido como presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), y ahora, tras ser reelegido ha puesto su foco de atención en "lo fundamental", que "la casa recaude más" para paliar el "efecto devastador" de la crisis sanitaria.

Por unanimidad, así volvió a ser elegido Onetti el pasado lunes como presidente de la SGAE, una entidad que, según ha contado a Efe en una entrevista, ahora está "unida" en un proyecto común de "regeneración y transformación" institucional y política con el objetivo de convertirse en una "sociedad de gestión del siglo XXI y dejar las luchas internas".

Una entidad que tiene como objetivo, en este escenario de pérdidas del sector cultural "recaudar más" y "llegar a todos los rincones donde haya derechos de autor que recaudar".

"Y creo -ha afirmado- que hay un espacio virtual y digital que es el que está creciendo con toda la pandemia. Con el consumo de contenidos a través de la red hay que repartir mejor, que los derechos que se recauden estén identificados de la mejor manera y que se pueda repartir de la manera más justa y equitativa a través de una mayor trazabilidad".

Para eso Onetti apunta a varios frentes, por una parte pide ayuda al Estado para que lleve a cabo los cambios legislativos para que haya más "transparencia" para identificar los contenidos de la red, es decir, que las multinacionales que controlan el universo digital "sean más transparentes".

"Nosotros ahora tenemos dificultades para confirmar los contenidos que se utilizan, la cantidad de veces que se escucha una canción, o cualquier contenido que genere derechos de autor. Pero por una parte la responsabilidad también es nuestra, y tenemos pendiente una transformación digital que estamos desarrollando al máximo y por eso esperamos que parte de los fondos europeos nos puedan llegar", dice.

Aunque hay otra cuestión que "aliviaría mucho" a la SGAE, asevera: "que toda la deuda, tanto pública (ayuntamientos, CCAA...) como privada, se nos pagara. Sería maravilloso porque tenemos un problema de liquidez que si se nos pagara estaríamos muy felices. En total se nos debe más de 100 millones de euros", cuenta Onetti (Sevilla, 1962).

En este sentido, avisa, lo "peor" está aún por llegar porque, aunque asegura que la SGAE tiene "muchos recursos", los retrasos de los cobros en sectores tan tocados como la hostelería repercutirán en las cuentas de la entidad.

Por eso manda un mensaje al Gobierno para que la Cultura deje de ser "la fea del baile", y que se equipare a la cultura francesa.

"Ahí está la cultura francesa, que tiene un idioma muy por detrás del castellano, pero sabemos el respeto que se le tiene en Francia a la cultura por parte de ese apoyo del Estado. Llevo toda mi vida trabajando por la cultura y hay gente de todas las tendencias, por eso hay que quitarse la mentalidad de que si no vivimos en una buhardilla con goteras nos hemos vendido al capitalismo", reclama.

El próximo mes de noviembre la SGAE celebrará una asamblea general extraordinaria para "culminar todo el proceso de saneamiento", por eso, ha adelantado, en esta cita los socios de la entidad tendrán que elegir a los miembros externos de la Comisión de Supervisión, creada en cumplimiento de los objetivos de transparencia y regeneración necesarios para adecuar la entidad de gestión al nuevo marco legal español y europeo.