El 8 de junio de 1949 el escritor británico George Orwell publicó la novela “1984” que giraba en torno a un futuro distópico en el que una sociedad llamada Oceania giraba en torno a un modelo de control tanto social como mediático, con una historia que gira en torno a Winston Smith. La llamada Oceanía comprende a los territorios de Reino Unido, Irlanda, toda América, Australia, Nueva Zelanda y el sur de África. La novela de Orwell está fuertemente influenciada por la obra de Yevgueni Zamiatin “Nosotros”, y toma algunos elementos como el conocido Gran Hermano, representativo del control gubernamental, que han resonado incluso en nombre con el paso de los años. Pero, ¿en cuántos aspectos las predicciones de Orwell acertaron con la sociedad que vivimos hoy en día y en cuántas ha fracasado?

ACIERTOS

Son muchos los detalles de la novela que han terminado cuajando en el imaginario popular. La más evidente es el Gran Hermano, sistema de control de cámaras que utiliza el gobierno de Oceanía para vigilar a la población. No solo se aplica a uno de los reality shows más famosos de la historia de la televisión, sino que es el equivalente de lo que hoy se conoce como 'big data' o acumulación de datos recogidos por redes sociales, internet, cámaras y teléfonos móviles que utilizan las compañías para realizar perfiles de usuarios.

Otro elemento es el conocido conocido como 'Speakwrite', una máquina que transcribe todo lo que lees, una suerte de “dictáfono” que ya aparecía en “Drácula” de Bram Stoker, y que guarda gran parecido con el Siri actual de Apple. También pueden encontrarse paralelismos entre la situación bélica de la novela y el conflicto actual de Oriente Medio. En “1984” Oceanía está rodeado de enemigos y conflictos, algo parecido a lo que ocurre en este 2019 en Afganistán o Siria. También hay que destacar el atino de Orwell en advertir que, eventualmente, muchos países contarían con armamento nuclear. Incluso que algunos de ellos se conviertan en peligros potenciales en palabras de otros jefes de Estado por la posibilidad de desarrollar ese armamento, caso de Irán.

FALLOS

Bueno, siendo claros, no existe de facto una sociedad dictatorial mundial en el mundo actual. No existe. Partiendo de esa base, podría decirse que la gran equivocación del libro es la aparición de las redes sociales y las multiplataformas. La diversidad de medios de comunicación de la actualidad puede ser engañosa y estar controlada, en realidad, por unos pocos grupos o corporaciones, pero las redes sociales rompieron la idea de la construcción del relato de la propaganda por un solo canal. En lugar de ello, actualmente la propaganda se expanda por medio del caos, la confusión y las fake news, pero nunca desde un mismo altavoz.