Las posibles consecuencias sobre España tras una erupción violenta en el Etna: podría percibirse desde algunos puntos de la península

Una vez más, la naturaleza ha recordado su fuerza descomunal. La madrugada de este lunes 2 de junio de 2025, el volcán Etna, el más activo de Europa y ubicado en la isla italiana de Sicilia, entró en una nueva fase eruptiva que ha captado la atención internacional. Desde su cráter sureste, una imponente columna de humo y ceniza se elevó más de cinco kilómetros, acompañada de explosiones y flujos de lava. Una columna de humo y ceniza que se ha elevado por encima de los 5.000 metros de altura

Una erupción espectacular pero contenida 

Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia, la actividad comenzó pasada la medianoche y alcanzó su punto máximo en las primeras horas del día. El cráter sureste, protagonista habitual de las últimas erupciones, fue el epicentro de una serie de explosiones de gran intensidad. Los flujos de lava se encauzaron por las laderas volcánicas sin amenazar áreas habitadas, mientras que la nube de ceniza se desplazó en dirección noroeste, lejos de la ciudad de Catania.

Las autoridades activaron la alerta roja para el tráfico aéreo, pero el aeropuerto de Catania continuó operando, aunque con algunos retrasos. Protección Civil no ha informado de evacuaciones ni daños materiales importantes. La actividad sísmica asociada ha sido moderada y localizada.

Etna: un gigante en constante tranformación

Con sus más de 3.400 metros de altitud (variable por los depósitos eruptivos), el Etna es uno de los volcanes más monitoreados del mundo. Sus frecuentes erupciones lo convierten tanto en una amenaza como en un laboratorio natural para el estudio del vulcanismo.

Residentes y turistas capturaron imágenes impresionantes que rápidamente se viralizaron en redes sociales. Muchos visitantes se vieron obligados a descender rápidamente tras ser sorprendidos por el aumento de la actividad. Afortunadamente, no se reportan heridos ni incidentes mayores.

¿Cómo podría afectar este erupción a españa?

En un escenario extremo podrían producirse estas tres posibles situaciones: 

• Ceniza en la atmósfera: Una erupción muy explosiva podría emitir columnas de ceniza que, si los vientos soplan hacia el oeste, alcanzarían regiones del Mediterráneo occidental o afectarían puntualmente el tráfico aéreo en el este peninsular o Baleares, como ocurrió con el volcán islandés Eyjafjallajökull en 2010

• Contaminación atmosférica leve: Emisiones de dióxido de azufre (SO₂) podrían dispersarse, provocando lluvias ligeramente ácidas en casos concretos, sin consecuencias relevantes para la salud o los cultivos. 

• Alteración climática temporal (muy improbable): En un escenario casi teórico de supererupción —algo extremadamente raro para el Etna—, partículas podrían alcanzar la estratósfera y tener un efecto leve y pasajero en el clima europeo. Esto es improbable en la dinámica eruptiva de este volcán. 

España no está en peligro directo por esta erupción ni por otras futuras del Etna, incluso si son fuertes. En un escenario excepcionalmente explosivo, podrían darse efectos menores y localizados, como alteraciones en el tráfico aéreo o cambios transitorios en la calidad del aire en zonas específicas.

El Etna continúa siendo un espectáculo natural impresionante, pero su impacto directo se limita, por ahora, a su entorno más inmediato. Europa observa de cerca, con asombro y precaución, a este coloso en permanente actividad.