La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha apostado por hacer políticas de interculturalidad para impedir que a los jóvenes "se les pase por la cabeza hacerse terroristas", ocho meses después de los atentados en la capital catalana y en Cambrils (Tarragona) perpetrados por unos jóvenes que residían en Ripoll (Girona).

La alcaldesa ha señalado que no está en manos de las ciudades evitar el terrorismo a nivel global, ni que "pueda haber odio y personas que quieran difundir el terror", pero sí colaborar en evitar que los jóvenes puedan radicalizarse, como sucedió con los autores de los atentados yihadistas del pasado 17 de agosto.

"Lo que sí que está en nuestras manos es hacer el máximo posible en políticas de inclusión, cohesión social, interculturalidad, que eviten que los jóvenes se puedan sentir excluidos del modelo de sociedad que estamos construyendo y esto pueda acabar en un proceso de radicalización que lleve al terrorismo", ha señalado Ada Colau.

La alcaldesa ha firmado hoy un convenio de colaboración en políticas de inclusión, interculturalidad y prevención de radicalismos entre Barcelona, la localidad de Ripoll y el Consorcio de Bienestar Social del Ripollès.

En su intervención en el acto, el alcalde de Ripoll, Jordi Munell, ha señalado la necesidad de canalizar las emociones y el "terremoto social" que causaron los atentados del 17A en una población pequeña -Ripoll no llega a 11.000- habitantes, en la que "todo el mundo se saluda" y donde la atención social a la interculturalidad no era la prioritaria porque son pocos los recién llegados.

Munell ha agradecido a Barcelona que haya puesto a disposición de Ripoll y su comarca su larga experiencia en el ámbito de la interculturalidad como ciudad desde el primer momento, para afrontar el reto de que la masacre cometida por los jóvenes yihadistas "no supusiera una división o estigmatizar a un conjunto" de los vecinos.

El alcalde de Ripoll se ha manifestado convencido de que "esa Guerra Santa pretende destruir desde dentro nuestra sociedad" y por ello quiere dividir "el modelo de convivencia occidental de pluralidad y diversidad cultural pero con un objetivo común de futuro"

Munell ha explicado que en estos momentos Ripoll es ya "un laboratorio de análisis del modelo de convivencia y de lo que queremos que sea el futuro de convivencia en Cataluña y Europa" y el apoyo de Barcelona es "imprescindible" para ello.

El convenio que hoy han formalizado el Ayuntamiento de Barcelona, el Ayuntamiento de Ripoll y el Consorcio de Bienestar Social del Ripollès tiene como objetivo compartir conocimiento que ayude a la prevención de extremismos violentos y es fruto del trabajo que iniciaron tras el atentado que tuvo lugar en Barcelona el pasado 17 de agosto, en el que murieron 15 personas y resultaron heridas 152, llevado a cabo por jóvenes de origen marroquí residentes en el municipio de Ripoll desde hace muchos años.

El Ayuntamiento de Barcelona tiene una política activa y un compromiso por la inclusión de las personas de origen culturales diversos, que se lleva a la práctica a través de servicios municipales como la Oficina de Asuntos Religiosos, la Oficina para la No Discriminación, el Programa Municipal de Interculturalidad o la estrategia Antirumores de Barcelona.

Por su parte, el Ayuntamiento de Ripoll, que dispone del Plan de Desarrollo Comunitario, y el Consorcio de Servicios Sociales del Ripollès, que cuenta con el Plan de Inclusión Social y un Plan de Ciudadanía e Inmigración, está trabajando con el Consorcio de Bienestar Social del Ripollès un proyecto de convivencia inclusiva con el objetivo de reflexionar sobre qué factores han propiciado que se produjeran los atentados del pasado agosto, qué impacto han tenido en el municipio y cómo diseñar líneas estratégicas que permitan trabajar el sentimiento de pertenencia.