León (México), sábado 19 de enero de 2012. 1ª Feria. Media entrada. Toros de Barralva, variados de presentación, cinco toros buenos, el 1º palmas en el arrastre y 4º  de vuelta al ruedo, el 6º complicado. Alejandro Talavante, ovación y oreja. Joselito Adame, oreja y oreja. Diego Silveti, ovación y silencio.

     

El diestro español Alejandro Talavante en el primero de su lote se dejó ver con enormes deseos por agradar saludo de dos templadas verónicas de rodillas y después chicuelinas rematando con una media de cartel. Después de una buena suerte de varas, un quite por ajustadas y templadas gaoneras, haciendo honor al Califa de León. Inició su labor muleteril con emocionantes estatuarios y después el toreo de inspiración de un Talavante que sigue sorprendiendo, enganchando muy bien al buen ejemplares de Barralva, con clase y calidad, llevándolo largo y profundo por ambos lados, vinieron las arrucinas y luego el torero en redondo con temple y al para culminar ajustadas manoletinas conectando con la gente, desafortunadamente la falla con el acero limito al extremeño de obtener las primeras orejas de la tarde que culminaron en una fuerte ovación y palmas al toro en el arrastre.

El cuarto de la tarde fue otro toro bueno de Barralva, con el que Talavante estuvo en torero y en artista, verónicas de muy buen gusto y una media de cartel y después un quite por zapopinas que gustaron, ya con la muleta Talavante ha estado cumbre cuajando una faena variada, que fue a mas en cuanto a intensidad y calidad, al final con la gente ya entregada al extremeño que seguía deleitando al respetable con su particular forma de interpretar el toreo, vinieron ajustadas bernardinas y una estocada un tanto desprendida pero con efectos, desafortunadamente el toro sitio al puntillero en dos ocasiones y se esfumo la puerta grande quedando sólo en una oreja de peso y el reconocimiento de la gente y vuelta al ruedo al extraordinario toro de Barralva.

El aquicalidense Joselito Adame al primero que le tocó en suerte, a base de exponerle con oficio y torerismo, le cuajó una importante faena para lograr cortar una más que merecida oreja luego de entrar a matar y sufrir un susto que tuvo como consecuencia varios golpes.

Con su segundo Adame hizo un gran esfuerzo y regreso de la enfermería para cumplir con el compromiso. Como buen guerrero con raza estructuró una faena netamente derechista, en la que hubo muletazos con temple y de calidad, al final manoletinas y supo rubricar con la espada la valiente faena para obtener otro relevante trofeo auricular y así poder salir a hombros. 

El guanajuatense Diego Silveti, quien finalmente pechó con el lote menos propicio, en su primero ejecutó un trasteo de gran mérito por ambos perfiles por lo que su esfuerzo se le ovacionó al final en el tercio. Y en el que cerró plaza, muy complicado, a pesar de la más que elocuente disposición y voluntad del diestro, tuvo división de opiniones.