Cáritas ha presentado el VII Informe sobre exclusión y desarrollo social en España de la Fundación FOESSA. Merece la pena recordar que el primer Informe sociológico sobre la realidad española fue publicado en la España de los sesenta del siglo pasado. Y ya entonces se hizo eco de las controversias entre crecimiento económico y desarrollo social en una España que despegaba en lo primero pero distaba de alcanzar lo segundo. Han cambiado mucho las cosas, pero la crisis de 2008 y sus coletazos hacen que este Informe, elaborado desde la Doctrina Social de la Iglesia y con las herramientas científicas adecuadas, dibuje un diagnóstico que no nos debe dejar tranquilos. La sociedad española debe afrontar las consecuencias estructurales de la pobreza. Para eso hace falta crecimiento, por supuesto, pero también una política social inclusiva que vaya más allá de la prestación económica, que garantice derechos y permita salir del círculo de la pobreza. El gasto social debe ser concebido como una verdadera inversión y no como un despilfarro. Una sociedad que apuesta por el bien común debe buscar la cohesión y combatir la pobreza crónica y la exclusión, y para ello es necesaria la colaboración activa entre las administraciones públicas y las iniciativas de la sociedad civil.