En TRECE hemos repasado algunas de las pruebas más raras que pueden realizarte en una entrevista de trabajo:

La prueba del café

Esta prueba es un método novedoso que ha implantado una empresa australiana de tecnología y consiste en que el entrevistado, una vez terminada la entrevista, se va a tomar un café con el entrevistador a la cocina de la oficina y le deja solo con su taza. Al rato volvía y si el entrevistado había fregado la taza y había dejado la cocina tal cual se la había encontrado, esto sumaba puntos para poder contratarle. Si, por el contrario, había dejado la taza sucia, estaba totalmente descartado.

La prueba de la cerveza

Steve Jobs popularizó otra curiosa prueba de contratación. El fundador de Apple se preguntaba a sí mismo si se iría a tomar una cerveza con la persona que acaba de entrevistar y si la respuesta era que no, el candidato estaba descartado. Si la respuesta era que sí, Steve invitaba a esa persona a tomar algo para conocer en profundidad al potencial trabajador de su empresa.

La prueba del envoltorio

Una empresa de Washington popularizó la denominada prueba del envoltorio que consiste en fingir que se cae un papel en la sala donde se encuentran los candidatos y aquellos que se levanten a recogerlo son considerados más válidos, mientras que a los que no se levantaban se les descartaba directamente.

¿Qué busca el personal de Recursos Humanos?

David Martín, director de Recursos Humanos de ‘Steelcase’, explica en TRECE cómo son los procesos de contratación y qué métodos se utilizan para decantarse por un candidato: “En RR. HH. siempre decimos que contratamos con el currículum y despedimos basándonos en competencias. En estos tres casos se están valorando competencias. Si el currículum es pobre, tienes que nutrirte para que en la entrevista tenga el mejor resultado, por lo que intentas dotarte de estas pruebas de competencias para estar seguro de que esta persona va a responder cuando la contrates”.

También es importante conocer la empresa en la que estás optando al puesto de trabajo o, incluso, las diferencias con otros países: “Si vas a aplicar un puesto en Francia, siempre vas a tener que hacer una carta de motivación manuscrita, mientras que en Alemania también es necesaria la carta de motivación, pero a ordenador”, apunta David.

Por último, en España cada vez está más en desuso colocar una fotografía en el currículum para evitar el “sesgo” que esto podría suponer, aunque David Martín aconseja poner una foto, pero “una buena foto. Lo que buscamos es cualquier elemento que nos pueda dar información de la persona e intentar acertar en la contratación”.