El Gobierno ya ha aprobado esos indultos a los políticos catalanes condenados por sedición y corrupción. Los mismos que este Gobierno tantas veces negó, ya han salido adelante. ¿Se puede ser generoso en la interpretación de la ley? Convendremos todos en que eso es un indulto, una interpretación generosa de la ley. Sí, se puede ser generosos incluso hay veces en las que conviene ser generoso en esa interpretación de la ley. Ahora bien, hay que poner al menos siempre una condición: que se acate esa ley que se interpreta de forma generosa y hasta ahora en ningún momento ninguno de los independentistas condenados ni quienes los apoyan han dado ese paso de ser mínimamente comprensivos y anunciar el acatamiento de la ley. Por eso siguen faltando muchas explicaciones, las que todavía no ha dado el presidente del Gobierno y prácticamente todo el mundo, incluso quienes apoyan los indultos, reconocen que faltan por dar esas explicaciones en una doble dirección.

Primero, cuáles van a ser los siguientes pasos que va a dar el Gobierno. De eso no habla más allá de la retórica vacía el presidente del Gobierno. Y sobre todo, faltan explicaciones para argumentar por qué está haciendo exactamente lo contrario de lo que prometió. Por eso, los indultos que ha aprobado hoy el Gobierno son simplemente, nada más y nada menos, que un salto en el vacío en el que los que vamos hacia el foso somos todos.