El debate de los Presupuestos Generales del Estado se ha desnaturalizado por completo. Hasta hace muy poco lo que estaba en juego a la hora de negociar era los apoyos de los distintos grupos políticos a enmiendas parciales en el trámite parlamentario eran partidas concretas de esas cuentas generales del Estado. Inversiones en lugar o en otro. Más apoyo en un sector o en otro distinto de la economía.

Es verdad que cada uno tiraba hacia lo suyo, sobre todo los nacionalistas para sus respectivos territorios. Pero al fin y al cabo estábamos hablando de dinero. Ahora se ha dado un salto cualitativo y ese salto es importante.

Uno de los pagos a esos presupuestos es sacar el español como lengua vehicular de las aulas. Es lo que ha pedido Esquerra Republicana de Cataluña. El PNV tiene también su ración, sacar al ejército de Guipúzcoa.

Esto no son ya Presupuestos. Esto es bastante más que un mercado persa. Con todos los respetos para los mercados persas.