El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, ha remarcado que la Memoria de Actividades de la Iglesia, en este caso correspondiente al año 2019, tiene como objetivo hacer verdad lo que la Iglesia es. En una entrevista en ‘El Cascabel’ de TRECE, Mons. Argüello ha señalado que esta memoria hay que mirarla “con el color del cristal de la pandemia viendo las actividades realizadas por la Iglesia en 2019 y caer en la cuenta de la importancia que también ha tenido en este tiempo”.

“La razón de ser es que la presentación de la memoria tiene mucho de agradecimiento a la vida de la Iglesia, de convocatoria para seguir realizando nuestras actividades, pero también de rendición de cuentas, de las actividades que la Iglesia realiza que suponen muchos recursos económicos”, ha explicado. “En torno al 25% es lo que se recibe de la asignación tributaria. Hace solo unas semanas recibimos por parte de Hacienda los datos definitivos del año pasado, al mismo tiempo que damos gracia y seguimos convocando a nuestros conciudadanos a vivir lo que la Iglesia significa”.

“Muchos de nuestros encuentros se han tenido que realizar de manera limitada, no olvidemos los meses de confinamiento en los que las actividades de la Iglesia se vieron disminuidas, pero eso también ha supuesto recibir muchas llamadas de necesidades de todo tipo por la crisis sanitaria, económica y social. Y desde ahí las actividades de las organizaciones de la Iglesia han tenido que incrementarse de manera sustancial”.

Con respecto a las restricciones en materia de seguridad y prevención por la pandemia, Mons. Argüello señala que “tenemos normativas diversas según cada comunidad autónoma. En Valladolid, con motivo de la supresión del estado de alarma, no hay limitación de aforo, pero sí que hay que guardar en los templos la distancia de seguridad. En la calle, ahora que es tiempo de fiestas, para celebrar alguna procesión hace falta contar con la autorización de la administración. En todo esto tiempo nos hemos movido con el deseo de expresar nuestra libertad religiosa y de culto y poder vivir la vida de la fe, pero al mismo tiempo desde el lema de cuidarnos, evitar los contagios. Notamos en el pueblo De Dios y en muchos conciudadanos que desean expresar su fe también de manera pública en la calle. Estamos en temporada alta de primeras comuniones y las familias quieren celebrarlo, reunirse en el templo y hacer una fiesta familiar. Hay restricciones y debemos ser conscientes de que la pandemia continúa y no podemos contribuir a expandir el virus”.

Sobre la Memoria de Actividades, el secretario general de la Conferencia Episcopal explica que “nosotros en la memoria hablamos de qué es la Iglesia, desde catequistas, hasta obispos, y de la triple tarea de la Iglesia que tiene que ver con la evangelización, el anuncio de la palabra, la vivencia del camino de la iniciación cristiana en la catequesis, del culto, los sacramentos. Recogemos todas las actividades, con toda la presencia de la Iglesia en los pilares del estado del bienestar: la educación, enseñanza, sanidad, servicios sociales, ayuda caritativa, residencias de personas mayores… Para estas actividades se precisan recursos y damos cuenta del dinero recibido, tanto de la asignación como de otras fuentes, recogiendo una propuesta la economía de la Conferencia Episcopal y de las 69 diócesis territoriales y el arzobispado castrense”.

Acerca de cómo valoran que cada año se incremente el apoyo a la Iglesia, Mons. Argüello explica que “lo valoramos con mucho agradecimiento que se reconozca con este proceder. Del 0,7% de la cuota líquida del impuesto es lo que se asigna, se haya producido este incremento que supone un 25% de los recursos globales empleados por la Iglesia en sus diócesis”.

Además, añade que “las ayudas son muy diversas en los centros que se recogen, muchas veces no son de tipo económico, sino de escucha, de ayuda psicológica, hay un servicio de duelo. Prácticamente en todas las parroquias de España hay alguna presencia de Cáritas. Hemos ayudado mucho en la tramitación del ingreso mínimo vital que ha sido complicado. Existen centros de atención de mayores, hay presencia en los hospitales a través de la pastoral de la salud, y la presencia de la pastoral penitenciaria en los diversos centros que hay en España. La memoria se puede consultar y descargar desde la página web de la conferencia”.

Mons. Argüello también aclara que “la capilaridad de la Iglesia Católica a través de las 23.000 parroquias que se extienden por el territorio hacen que la cercanía sea muy grande y pueda llevarse la ayuda a los propios vecinos”.

En cuanto a educación, el secretario general de la Conferencia Episcopal explica que “consideramos que la escuela concertada forma parte de lo público, la iniciativa social actúa en la plaza pública, siguiendo las pautas que las leyes educativas nos indican, pero como decimos en la memoria, el ministerio de Educación se ahorra unos cuantos millones de euros precisamente porque el puesto escolar que se paga en la concertada cuesta “menos” que en la enseñanza pública, por eso pensamos que asegurar que los padres que quieran elegir un tipo de enseñanza para sus hijos se realice forma parte del territorio de la libertad”. Y es que el Estado se ahorra gracias a la concertada 3.722 millones de euros al año.

Sobre la repercusión del descenso del turismo, Mons. Argüello remarca que “en gran parte del turismo interior, el patrimonio de la Iglesia resulta de una importancia extraordinaria. Pensamos que la contemplación de la belleza, entrar en un espacio tan singular como las catedrales a las pequeñas iglesias, tiene también un valor singular para la persona. El corazón humano, cuando se ve asombrado por un espacio que nos desborda, eso tiene también esta otra capacidad de humanizar. El arte en todas sus dimensiones, la belleza también con la que nos podemos topar en la vida, nos abren a una búsqueda trascendente. Lo que la Iglesia pretende y la fuente de donde salen las energías para realizar esas actividades, surgen de haber tenido una experiencia de encuentro con el amor de Dios. El arte, la belleza, el patrimonio, nos ayuda a salir de nosotros mismos y hacer un momento de silencio, sentirnos desbordados por algo que nos transciende”.

Por ello, Mons. Argüello ha concluido recordando que “tenemos la oportunidad aunque sea en ese 0,7 de encauzar parte de nuestra renta en ayudar a la Iglesia católica y en ayudar a otros fines de interés social. Lo que la Iglesia es, vive y hace contribuye al bien común y muchos de nuestros conciudadanos pueden sentir que colaborar con la Iglesia es contribuir con el bien común”.