El Consejo General de Dentistas ha pedido a los profesionales que trabajan en España que notifiquen todos los casos de pacientes que hayan recibido un tratamiento fallido en Turquía para poder tomar las medidas legales oportunas.

Ferran Llansana, odontólogo y experto en estética dental, ha atendido a personas que viajaron a Turquía y que llegaron con daños irreversibles: “Los pacientes llegan con dolores y hemos tenido que matar el nervio. Otros iban con la idea de mejorar su sonrisa y no han cumplido sus expectativas o la mordida ha quedado totalmente cómoda y se han requerido ajustes”.

¿Qué son los ‘dientes turcos’?: “En lugar de recibir un tratamiento de carillas, que es la mínima invasión del diente, salen con tratamientos de limados, que son coronas. El paciente va por una situación de estética y recibe tratamientos muy agresivos. Como expertos en estética, el resultado es antinatural”, explica Ferrán mientras puntualiza cuáles son las principales diferencias entre colocar unas carillas y unas coronas: “En las preparaciones de coronas, la reducción del volumen del diente es del 65 % al 85 %, mientras que el de las carillas es de cero o del 2 %. Puede generar problemas a largo plazo como la endodoncia o que la corona falle y haya que poner un implante”.

Ferrán asegura que estas prácticas se centran en el resultado final y no prestan especial atención al diagnóstico. Lo más atractivo de estos ‘dientes turcos’ es su precio, más asequible que en otros lugares, pero, como advierte el odontólogo, el resultado no es el esperado: “El problema es que se venden unos packs con precio cerrado, que es más económico, pero el coste biológico es irreversible. En algo hay que reducir el coste: en la calidad del material, en la calidad del profesional…”.