El líder del PP, Pablo Casado, ha pedido la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por utilizar agresiones homófobas para "atacar a otros partidos" y ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de hacer un uso "partidista" de la comisión de seguimiento del plan de lucha contra los delitos de odio.

Desde Berlín, donde ha acudido al encuentro del Partido Popular Europeo (PPE), Casado ha reclamado al titular de Interior que también condene las agresiones que han sufrido en País Vasco jóvenes pertenecientes al PP, un delito de odio por motivos ideológicos, y ha denunciado que ocultase las amenazas de los CDR que "querían atentar contra el PP". "Y encima manipulan agresiones como las de esta semana de los delitos de odio que al final no lo son", ha agregado Casado, en referencia a la denuncia de una agresión homófoba en Madrid que el denunciante admitió ayer que no había ocurrido.

El joven de 20 años que simuló haber sufrido una agresión homófoba el pasado domingo en el barrio madrileño de Malasaña por parte de ocho encapuchados reconoció ayer miércoles ante la Policía que las heridas fueron consentidas mientras mantenía relaciones con otra persona.

"Marlaska no puede seguir porque ya llueve sobre mojado", ha asegurado Casado, que ha defendido que es la segunda vez que el Gobierno usa agresiones para atacar a otros partidos, pues a su juicio también lo hizo en la campaña electoral de la Comunidad de Madrid, cuando achacó al fascismo las amenazas recibidas por varios políticos. El líder de la oposición ha pedido también la dimisión o el cese de Marlaska por su política migratoria o el acercamiento de presos de ETA al País Vasco.

Los populares no han recibido la convocatoria para la comisión del seguimiento del plan de lucha contra los delitos de odio, que Sánchez anunció que reunirá mañana, lo que a juicio de Casado muestra la falta de sentido de Estado de Sánchez, porque los delitos se combaten haciendo "causa común". Y ha apuntado que cuando había atentados terroristas, se informaba a la oposición y después se manifestaban "juntos" y nadie hacía, según Casado, un uso partidista de la violencia.