Nuevo capítulo de Ábalos y el 'Delcygate'. Ayer le tocó a Sánchez. Digamos que echó la culpa de todo a su ministro de Transportes: eso es cosa del señor Ábalos, que es el que lidió con la ocasión. Y es verdad que dijo o justificó que, actuara como actuara, fue siempre para hacerle un servicio de Estado al país, con el fin de evitar un conflicto diplomático. Pero de contar la verdad… Nada de nada. Ni un solo detalle.

Hoy, lo mismo ha hecho Ábalos ante las preguntas de la oposición, que ha insistido en preguntarle qué pasó en ese encuentro con la señora Rodríguez. Por qué mintió, dio varias versiones distintas unas de otras, incluso contradictorias. Qué pasa con las maletas de turno. Qué llevaban esas maletas. Adónde fueron a parar una vez que fueron bajadas en Barajas. Por qué esta señora tuvo un trato preferencial y privilegiado, cuando tenía prohibido, por una disposición de la Unión Europea, que violara el Espacio Schengen. O sea, entrar en territorio europeo. De eso, nada de nada.

¿Saben lo que ha hecho Ábalos hoy? Pues culpar a la oposición, poco menos, por preguntarle. O sea, la llamada técnica del ventilador. Que consiste en ponerlo en marcha para esparcir basura a izquierda, a derecha y al frente. Y entonces, ¿qué ha hecho? Referirse a lo que pasó hace 16 años en España. ¿Ustedes me acusan a mí de mentiroso? ¿Cómo me pueden hablar a mí de mentiras cuando el 11M pasó lo que pasó? O el caso del Yak-42, refiriéndose a Trillo.

Mire usted, señor Ábalos. Lo que pasó en el año 2004, a propósito de los terribles y lamentables atentados, está ya, de alguna forma, amortizado políticamente hablando. Nunca desde el punto de vista de las víctimas, por supuesto, porque esa herida jamás se va a cerrar. Y desde el punto de vista judicial… Pues hubo un juicio, que a unos satisfizo y procuró consuelo y a otros no. Pero eso ya está amortizado, desde el punto de vista político.

Desde el punto de vista político, también está amortizado el caso del Yak-42. Y bien que lo pagó el Partido Popular en las urnas, perdiendo las elecciones del 2004, como todo el mundo sabe. ¿A cuenta de qué viene ahora remontarse a aquel episodio sobre mentiras y verdades, cuando lo que tiene que explicar es lo que ha pasado ahora, en 2020, en el caso de esta señora?

¿Y por qué ha cambiado el Gobierno de España su política respecto a Venezuela? ¿Por qué ya no es el presidente encargado el señor Guaidó, y es el líder de la oposición? ¿Qué tiene que decir Pablo Iglesias de todo esto? ¿Y por qué el señor Ábalos ha mentido de una forma descarada sobre todo esto? Eso es de lo que tiene que hablar, y es lo que espera la opinión pública. Y no poner la técnica del ventilador para esparcir basura.