El aforado Vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ahora mismo está en el ojo del huracán. En la medida en que tendrá que afrontar desde el punto de vista legal lo que el Supremo decida. Hoy, como aforado que es, el juez de la Audiencia Nacional, García Castellón, ha elevado al Supremo una exposición de motivos para que sea investigado el vicepresidente del Gobierno por delitos graves.

Delitos de revelación de secretos, con un agravante, el agravante de género. Mira qué paradoja, siendo su compañera la Ministra de Igualdad. Delitos de daños informáticos y delito de denuncia falsa.

Ahora el Supremo tendrá que decidir si investiga e imputa por estos tres delitos que el juez García Castellón acredita en su exposición de motivos al Vicepresidente del Gobierno, el señor iglesias.

¿Va a aplicarse el señor Iglesias la misma vara de medir que le ha aplicado al Partido Popular durante estos años? ¿Va a dimitir? ¿Le cesará el señor Sánchez, que aparentemente no va con él?

Hoy de momento le ha amargado ya esa presentación de su cuadro macro económico y su propuesta para hacer frente a la reconstrucción con las ayudas europeas. Porque esta es la noticia que manda hoy en el panorama nacional. Estamos hablando, además, del vicepresidente Gobierno de España con delitos que según el juez Castellón, supone “que faltó a la verdad en su declaración en Sede Judicial construyendo un relato en el que aparecía como victima de una persecución política”. O sea que falseó la realidad.

“En este contexto en el que Pablo Iglesias Turrión ve la aparición de los archivos DINA 2 y DINA 3 para lograr un rédito electoral, aparentando ser víctima de una actuación del señor Villarejo”.

Todo mentira, una falsedad con el fin de hacerse la víctima. Él y Podemos. Y decir que era víctima de las cloacas del estado y a eso le sacó un rendimiento político. En la campaña electoral tuvo su rédito electoral. El análisis de estos hechos, el juez García Castellón dice que “permite concluir que el proceso se usó de forma fraudulenta por el señor Iglesias Turrión para tratar de logar algún tipo de ventaja electoral pese a conocer el carácter falsario de las acusaciones que pretendía sostener, logrando además al acusar al señor Inda, la paralización del fallo que pendía en la Sala Primera del Tribunal Supremo”.

Delitos graves son los que el juez García Castellón le imputa y que ahora deberá confirmar el supremo para poder juzgarle, en la medida de que antes tendría que pasar por el suplicatorio oportuno en el Congreso de los Diputados.

Insisto, la palabra y la pelota están en manos de Sánchez como presidente y del señor Iglesias para aplicarse a sí mismo la vara de medir que ha aplicado al Partido Popular. ¿Dimitirá si al final es imputado por el Tribunal Supremo? Esa es la pregunta que dejamos en el aire.