La sala 51 A del Museo del Prado alberga la nueva exposición gótica del museo, y el equipo de ECCLESIA, de TRECE (domingos a las 13.00 horas) ha podido visitar estas salas y comprobar la apuesta por la innovación y el color que han realizado los artífices de este proyecto.

Joan Molina, jefe del Departamento de Pintura Gótica Española del Museo del Prado, ha sido el encargado, junto con su equipo, de realizar esta nueva disposición de las obras. “Hemos querido salir de los criterios cronológicos típicos”, asegura Molina, que explica a las cámaras de TRECE cómo desde el departamento han querido apostar por ordenar las obras de manera temática y novedosa.

Quizás, lo más llamativo para el visitante sea el azul de las paredes, un color “que nos llevó mucho tiempo elegir. La razón principal de este color es la de potenciar el fuerte cromatismo de las obras de este periodo histórico, y resaltar los rojos, verdes y dorados, que contrastan con el azul del fondo”, cuenta Joan Molina.

El contexto

Esta gran innovación, para el experto en arte medieval, intenta trasladar al visitante “al ambiente y la realidad en la que se exponían estas obras en los conventos, iglesias y monasterios a los que pertenecían” ya que “estas imágenes estaban mediatizadas por el contexto: el incienso, la música, las velas”. Y aunque, por motivos de conservación, estos elementos no se pueden utilizar, el color azul consigue devolver al espectador parte de ese contexto.

La temática religiosa de estas pinturas es la gran protagonista, ya que las figuras predominantes son la Cristo, la Virgen María y los santos. La división temática ha propiciado la creación de espacios realmente interesantes, donde se puede observar “las distintas maneras que tenían en aquella época para representar al diablo, o la parte dedicada al santo (Santiago), en la que observamos varias representaciones de Santiago realizadas en el periodo gótico en España” asegura Molina. Además, el doctor en historia del arte explicó al equipo de Ecclesia el “fuerte poder que tenían estas imágenes”, que tanto en la época en la que fueron pintadas como en la actualidad, servían para transmitir “ideas, sensaciones y creencias”.