El doctor José Cabrera, médico forense, ha estado presente este domingo en el programa de TRECE, 'Código Samboal', para analizar el perfil de Pachi Almeida, el supuesto autor del asesinato de un niño de 9 años el pasado jueves en una ciudad cercana a la capital riojana.

En este sentido, Cabrera ha explicado las claves del cuadro psiquiátrico que presenta este sujeto: "El diagnóstico de este hombre nos indica que padece un trastorno grave de la personalidad. No es un enfermo mental, eso es otra historia. Sabe distinguir el bien del mal, lo justo de lo injusto. Luego tiene un trastorno gravísimo en la esfera de la sexualidad, que es por el cual vive constantemente sin controlar los impulsos sexuales anómalos que tiene".

También ha subrayado que no existe tratamiento para recuperar a una persona con este cuadro: "No hay tratamiento para esta gente, no existe".

"El cerebro es muy complicado y nosotros sabemos muy poco del cerebro. Estos son formas de ser anómalas, que son además así desde la infancia. Son impulsos que no se controlan, trastornos de la personalidad que están ahí y que no impiden que el sujeto sepa lo que es el bien y el mal, pero que naturalmente les hace actuar sin control de lo disuasorio", ha explicado el doctor Cabrera.

Ante el futuro, el doctor forense ha señalado que es fundamental excluir de la vida social a estas personas: "Los psiquiatras pecamos de buenismo, siempre pensamos que hay una segunda oportunidad. Cuando uno lleva 40 años en este oficio te puedo decir que hay gente que es irrecuperable, y con esa gente no podemos hacer nada más que excluirla de la vida social. En definitiva, no hay otra salida que la cadena perpetua. Excluir de la vida social a estos sujetos. No pueden vivir en la calle".

También ha reflejado el déficit que en nuestro país existe respecto a centro psiquiátricos penitenciarios: "El problema es que los psiquiátricos penitenciarios se están aboliendo. No hay en España ni el resto de Europa, por lo tanto se tiende a tener estas personas en cárceles normales donde haya unidades de psiquiatría".

Por último ha comentado algunos medicamentos que pueden servir para tratar a estas personas: "Hay un tratamiento que te baja la libido, hay tratamientos sedantes, que bajan la agresividad, pero son medicaciones que se deben tomar de forma permanente, y pasan por la voluntad del preso. Si el preso no quiere ser medicado, ningún ser humano le puede obligar".