Volver al pueblo, romance de Francisco Vaquerizo Moreno
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Volver al pueblo, romance de Francisco Vaquerizo Moreno
Mi poema hoy está, pienso, muy en la línea de estos días en que el tiempo se pone amarillo en casi todo. Volver a las raíces es fundamental ? aunque sea "con la frente marchita" ? para recordarnos a nosotros mismos y dar a Dios gracias por habernos hecho mayores. Un sincero y cordial abrazo. Francisco.
VOLVER AL PUEBLO
¿Que quiere volver al pueblo?
¡Por Dios, quitadle la idea!
¡Quitádsela, por favor!
¡Quitádsela como sea!
Porque, si vuelve, seguro
que va a sentir mucha pena.
El pueblo ya no es el pueblo,
el pueblo es una entelequia,
una ruina, un desamparo,
una ilusión, una ausencia.
Las casas están vacías,
se han hundido las Escuelas,
en casi todas las calles
está creciendo la hierba,
se ha rajado la campana
de la torre de la Iglesia
y se ha parado el reloj
porque nadie le da cuerda.
El paisaje no es el mismo;
no hay árboles en la vega
(los arrancaron las máquinas
cuando hicieron las parcelas),
en el río no hay cangrejos,
en el Molino no hay presa
ni existe aquel chopo, donde
pintamos -¡quién lo dijera ?
dos corazones heridos
por una misma dolencia.
Te asomas a Los Llanillos
y el alma te da la vuelta,
subes a Las Fuentecillas
o al Chaparral o a la Dehesa
y, vive Dios que no entiendes
cómo ha podido la técnica
enterrar tantas memorias,
llevarse tantas vivencias
sin ningún remordimiento
ni propósito de enmienda.
¿Que quiere volver al pueblo?
¡Por Dios, quitadle la idea!
¡La conozco bien y sé
que le va a dar mucha pena!