¿Tienen los jóvenes una visión distorsionada de la Iglesia?: "En los medios solo se escucha lo malo"

'Apuntando a lo alto' ha debatido los motivos que llevan a los jóvenes a alejarse de la Iglesia: "A veces estamos achantados y parece que somos tontos"

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¿Tienen los jóvenes de hoy una visión distorsionada de la Iglesia? ¿Cómo llegar a este colectivo? Son preguntas con respuestas difíciles, pero que ha tratado de descifrar la nueva entrega de 'Apuntando a lo alto', que dirige el responsable de la Pastoral de Juventud de la Conferencia Episcopal Española, el sacerdote Raúl Tinajero.

En el espacio 'Diálogo abierto', los colaboradores José Vicente Rodríguez (joven perteneciente a la diócesis de Toledo) y Miriam Blanco (joven madrileña) han ofrecido su punto de vista.

A juicio de José Vicente Rodríguez, ha manifestado que “el ejemplo de perdón y amor puede ayudar a que la gente entienda cómo es la Iglesia”, pero aboga por respetar en todo momento en aquellos que mantienen su postura alejada de la institución eclesiástica.

Por su parte Miriam Blanco considera que es importante hacer ver a este colectivo que la Iglesia no es una institución “jerárquica”, sino que se trata de “una familia donde he aprendido a amar, que soy amada y a vivir”.

Sobre las causas que han propiciado la ruptura entre la Iglesia real y los jóvenes, Rodríguez apunta a que los “jóvenes creen que es una tradición de las abuelas y queda como algo antiguo”. Asimismo, el colaborador apunta que entre muchos jóvenes permanece abierta una herida provocada “por encuentros malos con la Iglesia o respuestas que no han gustado”.

Para Miriam Blanco el responsable de esta visión distorsionada de la Iglesia está en los medios de comunicación, empeñadas en contar los aspectos negativos de la institución: “Es lo que se escucha, lo malo. Sin embargo las cosas buenas, el día a día de la Iglesia, su caminar, no se oye. Creo que es lo que hace que no se conozca verdaderamente qué es la Iglesia. Tenemos que trabajar nosotros los católicos para que vayamos donde vayamos vean que soy cristiana y dar ejemplo de vida. El cristianismo se contagia a veces por envidias”, expresa.

Preguntados por los medios que puede emplear la Iglesia para romper con esta visión distorsionada, el joven toledano opina que lo más importante es “que haya respeto dentro de la Iglesia para llevar a los jóvenes su palabra”.

Por su parte la colaboradora madrileña subraya que lo fundamental es “que estemos convencidos de lo que vivimos. Si no estamos seguros de que esto es lo mejor del mundo, no llegaremos a ninguna parte. La Iglesia debe apoyar mucho y a los jóvenes y laicos, ayudar a que haya una participación en la vida pública, que haya formación, que haya un apoyo. A veces estamos achantados y parece que somos tontos. Tenemos que estar convenidos de que es un bien para nosotros mismos y para la sociedad”.

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