Los signos fundamentales que nos llegan desde las Lecturas de la Navidad: "Dios es Rey, Niño y Palabra"

El periodista y sacerdote Josetxo Vera, ahonda en 'Chateando con Dios' en el mensaje de esperanza del Evangelio de esta Navidad

Tiempo de lectura: 2’

Creo que tenemos que empezar en este día con un Feliz Navidad, claro y rotundo, darnos cuenta de lo que estamos celebrando, el nacimiento de Jesús en Belén. Esto es lo que nos anima a vivir en estos días la Liturgia. No sabemos exactamente ni el año ni el día, pero en cualquier caso celebramos el nacimiento de Jesucristo que se ha hecho humano como nosotros para hacernos divinos, salvados y santos.

Esa es la misión que comienza en el día de Navidad y la que todos los cristianos celebramos. Este año lo hacemos en un ambiente especial, nos hemos librado de algunos comensales, cenas de empresa y de primos. A lo mejor este tiempo màs relajado nos ayuda a centrarnos en el Misterio de la Navidad. Y para eso está la celebración de la Navidad, para recordarnos tres puntos de vista sobre la figura de Jesucristo que nos ayudan en nuestra vida cristiana.

En primer lugar, Jesucristo como rey y lo podemos ver en la Primera Lectura del día de Navidad. Luego Jesucristo como niño y por último Jesucristo como palabra.

Eso es lo que celebramos estos días: Dios, Todopoderoso es, en primer lugar, rey. En la Primera Lectura escuchamos una profecía de Isaías: “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia, que dice a Sión: «¡Tu Dios reina!”. Isaías les anuncia que se acerca la Salvación y son palabras necesarias también para nosotros.

No hay tanta gente que celebra la Navidad como el nacimiento de Jesucristo. En algunos lugares somos una minoría perseguida por las armas, en otros por ideologías que se imponen y arrasan con todo lo que tiene que ver con la vida cristiana. Nos hacen falta estas palabras de Isaías y tenemos una esperanza fuerte en el Señor que hoy nace en este día de Navidad.

La segunda imagen es Dios como niño, abandonado de todas las comodidades humanas, rodeado solamente de la Virgen María y de San José. Tenemos a un Dios que es niño, pocas religiones han recibido esta tradición tan bonita. Dios se ha hecho uno de nosotros y ha sido un niño pequeño que ha ido creciendo como cualquiera de nosotros. El Niño que nace en Belén es el hombre que muere en la Cruz.

Y la última imagen es la de la palabra: “El Verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros”. Dios nos lo encontramos en su Palabra y que es palabra dicha para mí, aquí y ahora.

Religión