¿Sabias que fue un sacerdote el primero que habló de la Teoría del Big Bang como creación del Universo?

¿Fue el Big Bang el inicio del Universo? A día de hoy es la teoría más aceptada, que aportó un sacerdote considerado uno de los científicos más destacados del siglo XX

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Es la eterna pregunta, cuál es el origen del Universo? ¿Fue debido a una gran explosión, conocida como el Big Bang? A día de hoy es la teoría más aceptada, si bien es cierto que la Ciencia no ha podido responder a una serie de cuestiones al respecto, de la que quizás jamás lleguemos a tener una respuesta clara.

En el libro del Génesis de la Biblia, se narran los orígenes. El origen del mundo, de la Humanidad y del Pueblo de Dios. No nos podemos referir a él como un texto científico ni de Historia sobre la realidad de la Creación. El Génesis dice, sobre la Creación, que se hizo en seis días con varios momentos claves: la creación de la luz que da sucesión al tiempo; la creación del espacio; el nacimiento de la tierra y el mar; la creación de los astros; los primeros seres vivos; y en el sexto día surgen los animales terrestres, entre ellos el Hombre.

La Ciencia por su parte, establece sobre la creación del hombre la teoría del Big Bang, es decir, la gran explosión. En ese momento surge la materia del Universo, cuando se expande y surge el espacio. Tras la explosión, el Universo se enfría para formar primeras partículas. Pero esto deja en el aire dos preguntas: ¿Toda esta materia condensada que explotó estuvo ahí toda la eternidad, o fue creada? ¿Por qué se produjo hace 13.800 millones de años esta explosión? Nada ocurre porque sí.

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Alguien debió poner esa materia para que explotara cuando él quisiera, explotara. Es decir, se acepta el Big Bang como teoría científica pero no da respuesta a todo, porque esas dos preguntas no las puede responder. ¿Está Dios detrás de dicha explosión?

La Teoría del Big Bang fue propuesta por el sacerdote belga Georges Lemaître

Hacía referencia a un pasado infinito del Universo. Logró ser sacerdote y, a la vez, una figura destacada en el campo científico, gracias a sus habilidades físicas y matemáticas.

El sacerdote nació a finales del siglo XIX, en 1894. Era el mayor de cuatro hermanos. Con 16 años, se matriculó en una escuela jesuita, el Colegio Saint Michel, donde sus maestros descubrieron sus habilidades excepcionales en este ámbito. Tanto es así que, en lugar de estudiar Teología, optó por la Ingeniería.

El estallido de la Primera Guerra Mundial truncó sus planes para seguir estudiando, y sirvió como voluntario en el ejército belga. El horror de las trincheras y las muertes le llevó a reavivar su vocación como sacerdote. Una vez concluido el conflicto, retomó sus estudios científicos y también sacerdotales, ya con 26 años. Para esto último, ingresó en la Casa de Saint Rombaut en 1920, al tiempo que estudiaba el trabajo de Albert Einstein.

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Georges Lemaître fue adquiriendo más conocimiento, lo que le valió una beca para estudiar en la Universidad de Cambridge como investigador de astronomía. Fue en aquellos años, en torno a 1923, cuando se ordenó sacerdote, ya con casi treinta primaveras.

El Padre Lemaître compaginó ambas tareas, y habló de la teoría del Big Bang según el cual, hace miles de millones del años, todo el Universo, con sus estrellas, planetas y galaxias podían caber en el ojo de una aguja.

A partir de ese punto, el Universo se empezó a expandir rápidamente hasta llegar al tamaño que tiene en la actualidad. Lemaitre fue quien empezó a hablar del 'huevo cósmico' o la 'teoría del átomo primigenio'. Fue el primero en proponer la teoría de la expansión del Universo que hoy en día se conocen como las leyes de Hubble, por el físico estadounidense Edwin Hubble.

¿Qué opinaba el sacerdote científico sobre la relación entre la Ciencia y la Fe?​

Antes de fallecer, en 1966 a la edad de 71 años, publicó una reflexión sobre la vinculación entre la Iglesia y la Ciencia. “¿Podría, acaso, la Iglesia tener necesidad de la ciencia? No; la cruz y el Evangelio le bastan. Pero al cristiano nada humano le es ajeno. ¿Cómo podría desinteresarse la Iglesia de la más noble de las ocupaciones estrictamente humanas, la investigación de la verdad?” Sin duda, el sacerdote Georges Lemaître fue uno de los grandes científicos del siglo XX.

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