La Fundación Madrina se ofrece para acoger a los afganos que han trabajado para la Embajada española en Kabul
A través de un comunicado, la institución ha denunciado el desamparo en el que quedan las familias de quienes han contribuido al desarrollo de la labor diplomática de España
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La Fundación Madrina ha denunciado en un comunicado la situación de desamparo que sufren los afganos que han trabajado para el ejército español y que no serán trasladados a España tras la toma del poder del país por parte de los talibanes.
En su nota, la institución explica que "acoger, realojar e integrar a estas familias por parte del pueblo español es de justicia, especialmente para proteger los menores que traen", al tiempo que destaca su labor. La mayoría de los afganos que han servido en la embajada española en Kabul tomaban el papel de intérpretes, contribuyendo al funcionamiento de la estructura diplomática española durante sus veinte años de presencia en el país.
"Actualmente, estas familias están señaladas por el ejército talibán y quedan a merced de las represalias y muerte en su propio país", denuncia la fundación.
Al tiempo que denuncia la delicada situación que viven estas familias, la Fundación Madrina se ofrece para proporcionarles un techo y alimentación: "En sus más 17 años de experiencia, el proyecto de pueblos madrina que realoja en el entorno rural de la España vaciada, ha realojado ya cerca de 350 familias y más de 1.100 niños", explica.
La Fundación ha solicitado una reunión con miembros del Ministerio de Defensa para coordinar la llegada de estas familias, de forma que no queden desamparadas y expuestas a los talibanes tras la ayuda que han prestado a España en Afganistán.
La situación de Afganistán: victoria de los talibanes en apenas unos días
En tan solo unas semanas, la situación en Afganistán ha cambiado radicalmente. Tras la retirada de tropas internacionales del país, los talibanes han lanzado una ofensiva relámpago que ha culminado con el control de todo el territorio por parte de los insurgentes. Pocas horas antes de la entrada de los rebeldes en Kabul, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, abandonaba el país en secreto.
Mientras tanto, las diferentes embajadas centran sus esfuerzos en evacuar a todo el personal diplomático presente en Afganistán. Los líderes de la facción talibán han asegurado que los diplomáticos no tienen que temer por su seguridad. No obstante, Estados Unidos ha amenazado con una respuesta "rápida y contundente" si la misión para trasladar al equipo de la embajada corría peligro.
El pueblo afgano ha vivido una situación de terror generalizado. Y es que no dejan de llegar imágenes de abarrotamientos de personas frente a los bancos para retirar todos los fondos, aglomeraciones en las pistas del aeropuerto de Kabul, en un intento de escapar por vía aérea, o densos grupos de familias que tratan de huir a pie hasta las fronteras con los países vecinos.
