Vive en TRECE la Santa Misa presidida por el Papa Francisco desde el Estadio GSP de Nicosia, en Chipre

Tras la Eucaristía, el Papa realizará una oración ecuménica con los migrantes en la Iglesia Parroquial de la Santa Cruz de Nicosia

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El Papa Francisco preside este viernes, 3 de diciembre, la Santa Misa desde el Estadio GSP de Nicosia, en la capital de Chipre, en el marco del Viaje Apostólico que ha llevado al Pontífice al país del Mediterráneo y posteriormente a Grecia.

Un viaje con el ecumenismo y el drama de las migraciones como eje principal de la visita. Tras la Eucaristía, el Papa realizará una oración ecuménica con los migrantes en la Iglesia Parroquial de la Santa Cruz de Nicosia, donde se espera que Francisco pronuncie un discurso.

A lo largo del viaje, Francisco visitará un total de cuatro ciudades: Nicosia, Lárnaca, Atenas y Lesbos, esta última con un significado muy especial ya que, en 2016, estuvo en un encuentro con migrantes y refugiados en el Campo de Moria.

Chipre, un país dividido en dos con una minoría católica

Los países elegidos por el Santo Padre, Chipre y Grecia, están situados entre Oriente y Occidente, y son tierras que ya visitaron Juan Pablo II y Benedicto XVI. Un país donde el catolicismo constituye una ínfima minoría en este país de mayoría ortodoxa y de significativa presencia musulmana en el norte.

La comunidad católica está formada por maronitas y latinos, descendientes, muchos de ellos, de familias francesas, venecianas, malteses, dálmatas, etc. que han permanecido en la isla desde hace siglos. La mayor parte de católicos de Chipre pertenecen al rito maronita, así se denomina a los católicos orientales que deben su nombre a San Marón, monje impulsor de la fe católica en Oriente.

Tras la invasión turca de la Isla entre el 20 de julio y el 16 de agosto de 1974, comenzó la islamización forzosa de un gran territorio de mayoría cristiana y ortodoxa. Muchas de las iglesias de esa parte del país, en su mayoría ortodoxas pasaron a convertirse en mezquitas.

Turquía ha intentado borrar las huellas de la historia griega y cristiana de la isla. Más de 500 iglesias y monasterios han sido saqueados, destruidos, o reconvertidos para otros usos. La ocupación también fomentó el tráfico ilícito de antigüedades.

Por ello, en su primer día en Chipre, el Papa Francisco rogaba por que el país emprenda “el camino de la paz, que sana los conflictos y regenera la belleza de la fraternidad”, y que para Francisco debe estar marcado el diálogo: “Tenemos que ayudarnos a creer en la fuerza paciente y humilde del diálogo, que podemos extraer de las Bienaventuranzas. Sabemos que no es un camino fácil; es largo y tortuoso, pero no hay alternativas para llegar a la reconciliación”, ha manifestado.

Asimismo, el Santo Padre se mostraba emocionado por recorrer los pasos de los grandes misioneros de los orígenes del cristianismo, en particular de los santos Pablo, Bernabé y Marcos: “Heme aquí, pues, peregrino entre ustedes para caminar con ustedes, queridos chipriotas; con todos ustedes, con el deseo de que la buena noticia del Evangelio lleve desde aquí a Europa un alegre mensaje en el signo de las Bienaventuranzas. Aquello que los primeros cristianos dieron al mundo con la fuerza humilde del Espíritu fue en efecto un inaudito mensaje de belleza. Fue la novedad sorprendente de la bienaventuranza al alcance de todos para conquistar los corazones y la libertad de muchos”.

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