El Papa alerta de los "predicadores" que dan lecciones de cómo ser buen cristiano empleando recetas del pasado

El Santo Padre rechaza la labor de aquellos "predicadores" que hacen uso de internet para recomendar "retroceder" a tradiciones del pasado como solución a las crisis actuales

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En la Audiencia General de los miércoles, el Papa Francisco ha alertado de los "predicadores" que también en internet dan lecciones de "cómo ser mejores cristianos" y que recomiendan "retroceder" a tradiciones del pasado como solución a las crisis actuales. Así lo señaló el Pontífice en su catequesis con los fieles, repasando la epístola a los galatas del apóstol Pablo y el modo en el que algunos judíos se infiltraron en ese pueblo de Asia Menor para contaminar sus enseñanzas. "Esta condición no está lejos de la experiencia que diversos cristianos viven en nuestros días", avisó el Papa ante los fieles que se congregaban en el patio San Dámaso del Vaticano.

En su opinión, en la actualidad "no faltan tampoco hoy, de hecho, predicadores" que sobre todo a través de los nuevos medios de comunicación se presentan "como auténticos custodios de la verdad", para decir "cuál es la mejor manera de ser cristianos". Estos "predicadores" afirman en que "el cristianismo verdadero" es al que están vinculados ellos mismos, "a menudo identificado con ciertas formas del pasado", y que la solución a las crisis actuales es "volver atrás para no perder la genuinidad de la fe".

Francisco alertó de que existe en la actualidad "la tentación" de encerrarse en algunas "certezas adquiridas en tradiciones pasadas". "Muchas veces vemos esto en alguna comunidad cristiana o diócesis. Se empieza con historias y se termina desacreditando al párroco o al obispo. Es el camino maligno, el de esta gente que divide y no sabe construir", lamentó. Y dijo que uno de los rasgos de estas personas es "la rigidez". Por contra, el Santo Padre instó a seguir las enseñanzas del apóstol para "comprender qué camino seguir" en la fe. "Es el camino del anuncio que se realiza a través de la humildad y la fraternidad; es el camino de la confianza mansa y obediente, en la certeza de que el Espíritu Santo obra en todos los tiempos de la Iglesia", zanjó.

Libertad, gracia y modo de vida cristiano

El Papa ha explicado que esta Carta de San Pablo, por una parte, ayuda a conocer mejor la vida del Apóstol, incluyendo su conversión y su seguimiento de Jesús. A la vez que, por otra parte, nos invita a profundizar en algunas cuestiones importantes que plantea y que, según el Santo Padre, también son actuales hoy en la Iglesia, tales como la cuestión de la libertad, la gracia y el modo de vida cristiano.

San Pablo advirtió un peligro…

Al resumir la vida del Apóstol, el Pontífice destacó que tras fundar algunas comunidades en la región de Galacia, San Pablo advirtió un peligro, puesto que comenzaban “a infiltrarse algunos cristianos provenientes del judaísmo que exponían teorías contrarias, y se presentaban como los únicos poseedores de la verdad, sembrando confusión y división”.

“Lo que nosotros debemos notar es la preocupación pastoral de Pablo que, después de haber fundado estas Iglesias, se da cuenta de un gran peligro que corren para su crecimiento en la fe”

Esas primeras y pequeñas comunidades – prosiguió el Papa – gracias al Apóstol “habían conocido la vida nueva y la libertad en Cristo”, sin embargo, “a partir de ese momento y ante estas críticas y tensiones, su fe comenzó a tambalear”.

Los dueños de la verdad

También hoy, como en aquellos tiempos, algunos presentan el cristianismo como si fueran los ‘dueños de la verdad’, con la tentación de encerrarse en algunas formas y tradiciones del pasado, como posible solución para las crisis

Por esta razón Francisco afirmó que frente a “esta tentación”, la enseñanza que nos da el Apóstol en la Carta a los Gálatas es que “sigamos el camino liberador y siempre nuevo de Jesús crucificado y resucitado” y que “continuemos la vía del anuncio, que se realiza por medio de la humildad y la fraternidad; y que lo hagamos confiados, con la certeza de que el Espíritu Santo siempre actúa y guía a la Iglesia”.

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