Simona, madre viuda y una de las protagonistas del Vía Crucis en el Coliseo: "Jesús nunca nos deja solos"
La meditación sobre la décima estación proviene de la experiencia de una madre, viuda hace ocho años, y de sus dos hijos, Margherita y Giovanni
Las familias serán las protagonistas del Vía Crucis que presidirá este Viernes Santo el Papa Francisco en el Coliseo. La Iglesia celebra este año el quinto aniversario de la exhortación apostólica Amoris Laetitia y el Santo Padre confió la elaboración de los textos de las meditaciones y oraciones a algunas familias.
La meditación sobre la décima estación proviene de la experiencia de una madre, viuda hace ocho años, y de sus dos hijos, Simona Spinelli tiene 44 años y perdió repentinamente a su marido, Dario, en 2014, cuando sus hijos, Margherita y Giovanni tenían 6 y 4 años. La madre los educó con gran entereza y cuidado, al tiempo que cumplía con exigentes funciones laborales. En el texto de la meditación, la historia de este duelo desemboca en un testimonio concreto del amor de Cristo que no te abandona ni siquiera en los momentos más oscuros.
"Desde hace más de siete años somos una silla con tres patas"
“Somos una madre y dos hijos. Desde hace más de siete años somos una silla con tres patas en lugar de cuatro: hermosa y valiosa, aunque un poco inestable. Bajo la cruz, toda familia, incluso la más desigual, la más doliente, la más extraña, la más coja, encuentra su sentido más profundo; también la nuestra. Hemos experimentado, no sin lágrimas y dolor, que Jesús en ese abrazo de vigas clavadas nos mira y nunca nos deja solos”, se puede leer en la meditación del Vía Crucis.
La madre ha sido entrevistado en Radio Vaticana y ha comentado el texto que se va a escuchar este Viernes Santo en la décima estación: “La cruz, después de todo, es también el árbol de la vida. Es una madera clavada en la tierra y se levanta por la decisión de Dios de sacrificar a su Hijo”. Simona entiende además el dolor de María, de pie bajo la cruz: “Como madre, sólo puedo imaginar lo que uno puede sentir en un momento así. Me da escalofríos: ese sufrimiento sólo se puede sentir, ver, con los ojos del corazón”.
¿Cómo recibieron sus hijos la propuesta del Vaticano?
La mirada de Cristo llega también en los momentos más dolorosos y según Silvia “es sorprendente la cantidad de ocasiones de gracia que nos suceden: la mirada de Jesús es en realidad la mirada de todas las personas que han estado muy cerca de nosotros”.
“Pero en la vida cotidiana, a veces incluso una palabra amable y la mirada de alguien que comprende tu malestar son la mirada de Jesús. Siempre digo que he conocido a Jesús porque he conocido a una persona, a personas que han sido Jesús en mi vida”, afirmó la viuda a los micrófonos de Radio Vaticana.
¿Cómo recibieron sus hijos la propuesta del Vaticano de escribir esta meditación?: “Un poco sorprendidos y un poco asustados. Cooperaron porque trabajamos juntos en ser una familia de “tres patas”. Han colaborado para ser y convertirse en lo que somos. Y esto también con ayuda externa. Nunca lo logras solo. Nadie se salva solo, el Papa tiene razón...”
