¿Qué han dicho los Papas sobre la colonización de América?
Francisco pidió perdón en 2015, mientras que Benedicto XVI recordó los "crímenes injustificables" durante la colonización
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El presidente de los Estados Unidos de México, Andrés Manuel López Obrador, ha demandado que el Papa Francisco y el Rey de España, Felipe VI pidan perdón por lo sucedido hace seis siglos, cuando los españoles llegaron a los territorios que hoy conforman el Estado mexicano. El mandatario ha enviado sendas cartas con el objetivo de encontrar "un relato compartido, público y socializado".
Estamos en Comalcalco, vamos a Centla a conmemorar 500 años de la batalla de los españoles contra la resistencia de los mayas-chontales. pic.twitter.com/glYO0eAMtX
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 25 de marzo de 2019
En lo que se refiere a su petición a El Vaticano, llega con casi cuatro años de retraso. El portavoz de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, lo recordó ayer, en declaraciones a EFE, “como es sabido, el Santo Padre ya se ha expresado con claridad sobre esta cuestión”. Además, añadió que "por el momento" no se espera ninguna declaración adicional al respecto.
El Papa Francisco en 2015: "Pido humildemente perdón"
El Papa Francisco ya proclamó ese mensaje en su Viaje Apostólico a Bolivia en julio de 2015. Antes de que el dirigente mexicano lo solicitase hace unos días, el Santo Padre ya reflexionaba sobre este tema y lamentaba los "muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios".
En su discurso ante movimientos populares bolivianos defendió la cultura de la paz. También, se anticipó a quienes pudieran pensar "con derecho, que 'cuando el Papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia'".
Las dos palabras que exige escuchar López Obrador están presentes en esas palabras de Francisco. Además, en línea con las que pronunciase uno de sus antecesores, San Juan Pablo II. "Y quiero decirles, quiero ser muy claro, como lo fue San Juan Pablo II: pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América", señaló entonces el pontífice.
Por otro lado, también hizo mención a que esa denuncia también se sumaba a la ya realizada por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) Esa se añade a una lista que comenzó San Juan Pablo II, el primer papa en hacerlo, en 1992, en Santo Domingo, en la República Dominicana.
De hecho, cargó contra los colonialismos en general, los viejos...y los nuevos como sistemas de "inequidad que generan violencia". El papa aseguró que reducían "a los países pobres a meros proveedores de materia prima y trabajo barato". El pontífice subrayó del mismo modo que el colonialismo era germen de "violencia, miseria, migraciones forzadas y todos los males que vienen de la mano".
Benedicto XVI en 2007: "Crímenes injustificables que no se contraponen con los beneficios del Evangelio en Latinoamérica"
Otro episodio relacionado con la petición de López Obrador tiene como protagonista al fallecido dictador de Venezuela, Hugo Chávez. En esa ocasión, Benedicto XVI dedicó unas palabras al respecto en la audiencia general tras su regreso de su Viaje Apostólico a Brasil en 2007.
El líder bolivariano había pedido explicaciones al pontífice emérito sobre un fragmento de sus palabras en esa visita. A lo que se refería el predecesor de Nicolás Maduro era a cuando Benedicto XVI dijo que "el anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en ningún momento una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña".
El papa germano aclaró en esa audiencia que "no es posible olvidar los sufrimientos e injusticias que infligieron los colonizadores a las poblaciones indígenas". De igual manera, respondió que no existe incompatibilidad en denunciar esas situaciones y en valorar la luz que trajo el Evangelio al continente americano.
"El recuerdo de un pasado glorioso no puede ignorar las sombras que acompañaron la obra de la evangelización del continente latinoamericano", afirmó. "El deber de mencionar tales crímenes injustificables no se contrapone con los beneficios que la predicación del Evangelio ha llevado a Latinoamérica" puntualizó.
