El Papa León XIV llama a la fraternidad entre los cristianos en un mundo "desgarrado por la guerra"
En un mensaje a los participantes en la conmemoración del 500 aniversario del nacimiento del movimiento protestante anabaptista, Prevost apela a "sanar las heridas del pasado" y avanzar en la fraternidad

Publicado el
1 min lectura
El Papa León XIV ha instado este jueves a la fraternidad entre cristianos en un mensaje a los participantes en la conmemoración del 500 aniversario del nacimiento del movimiento anabaptista, corriente protestante surgida a comienzos del siglo XVI que hoy en día incluye a comunidades como los amish o menonitas.
"En el contexto de nuestro mundo desgarrado por la guerra, nuestro continuo camino de sanación y fortalecimiento de la fraternidad desempeña un papel fundamental, porque cuanto más unidos estemos los cristianos, más eficaz será nuestro testimonio de Cristo", ha declarado el Pontífice americano, en un mensaje a los asistentes de este evento celebrado en Zúrich (Suiza) difundido por la sala de prensa de la Santa Sede.
El Papa también a invitado a los cristianos a construir "una civilización del encuentro del amor" que refuerce el lazo entre las diferentes ramas que siguen a Jesucristo.
A su vez, ha apelado "a la necesidad" de que católicos y menonitas -una de las corrientes herederas del movimiento anabaptista- "se esfuercen al máximo por vivir el mandamiento del amor, el llamado a la unidad cristiana y el mandato de servir al prójimo".
Según ha agregado el obispo de Roma, todo ello "enfatiza la necesidad de honestidad y amabilidad" en la reflexión de la "historia compartida" entre ambas comunidades religiosas.
Esto "incluye heridas dolorosas y narrativas que influyen en las relaciones y percepciones entre católicos y menonitas hasta hoy".
Ante ello, Robert Prevost ha destacado la importancia de la "purificación de la memoria", así como la necesidad de hacer "una relectura común de la historia" para "sanar las heridas del pasado y construir un nuevo futuro mediante la valentía de amar".
"Solo así el diálogo teológico y pastoral pueden dar fruto, un fruto duradero", ha concluido León XIV su discurso.