El Papa asegura que “poner la otra mejilla es vencer al mal con el bien”

Francisco reflexiona en el Ángelus sobre el amor a los enemigos y destaca la mansedumbre de Jesús, que no significa sufrir en silencio

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Como cada Domingo, el Papa Francisco ha rezado el Ángelus desde el Vaticano reflexionando también los la liturgia del día. En el Evangelio de la liturgia de hoy, Jesús da a sus discípulos algunas indicaciones fundamentales de vida. El Santo Padre ha explicado que “el Señor se refiere a las situaciones más difíciles, las que resultan para nosotros un banco de pruebas y las que nos ponen frente a nuestro enemigo, a quien siempre nos busca hacernos mal. En estos casos el discípulo de Jesus no debe ceder al odio, sino ir más allá. Jesús nos dijo: ‘amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian’. Y aún fue más concreto: ‘al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra’. Cuando nosotros escuchamos esto, nos parece que el Señor pide lo imposible”.




Francisco ha invitado a “considerar en primer lugar ese sentido de injusticia que advertimos en el poner la otra mejilla y pensemos en Jesús durante la pasión en su injusto proceso delante del sumo sacerdote. En un cierto punto recibe una bofetada de parte de uno de los guardias. Jesús le dijo al guardia: ‘si he hablado mal, declara lo que está mal, pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas? Pide cuentas del mal recibido”.

Poner la otra mejilla es vencer al mal con el bien

Con buen criterio, el Santo Padre hace ver y comprender que “poner la otra mejilla no significa sufrir en silencio. Jesús con su pregunta hacer ver lo que es injusto, pero lo hace sin ira y sin violencia, con gentileza. No quiere desencadenar una discusión, sino calmar el rencor, apagar juntos el odio y la injusticia, tratando de recuperar al hermano culpable. No es fácil esto, Jesús lo ha hecho y dice que lo tenemos que hacer también nosotros, eso es poner la otra mejilla. La mansedumbre de Jesús es una respuesta más fuerte que el golpe que recibió. Poner la otra mejilla no es el repliegue del perdedor, sino la acción del que tiene una fuerza interior más grande. Poner la otra mejilla es vencer al mal con el bien, que abre una brecha en el corazón del enemigo, desenmascarando lo absurdo de su odio”.




El Papa ha continuado su intervención exponiendo que “es posible que una persona llegue a amar a los propios enemigos. Si dependiera solo de nosotros seria imposible. Cuando el Señor nos pide algo, quiere darlo. Nunca nos pide algo sin darlo él primero. Cuando me pide que ame a los enemigos, nos da la capacidad de hacerlo. San Agustín rezaba así ‘Señor, da lo que mandas y manda lo que quieras, da lo que mandas y manda lo que quieras’. ¿Qué pedirle? ¿Qué esta Dios feliz de darnos? La fuerza de amar, que no es otra cosa sino que es el Espíritu Santo. Con el Espíritu de Jesús podemos responder al mal con el bien, así hacen los cristianos”.

Cercanía con Madagascar y Brasil

Por otra parte, Francisco ha querido expresar su cercanía “a las poblaciones que han sido golpeadas por calamidades naturales en Madagascar, flagelado por una serie de ciclones, y a la zona de Metrópolis, en Brasil, afectada por derrumbes a causa de las lluvias. Que Dios conforte a sus familiares y a quien prestan socorro”.

Jornada Internacional del Personal Sanitario

Además, ha recordado la Jornada Internacional del Personal Sanitario, recordando así a “muchos médicos, enfermeros y voluntarios que están cercanos a los enfermos, que los cuidan y los hacen sentir mejor. Además, el Papa Francisco ha saludado antes de finalizar el Ángelus a todos los presentes en la Plaza de San Pedro, haciendo mención especial a un gran número de españoles desplazados hasta este lugar”.

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