León XIV afirma que, en una sociedad "marcada por la soledad", el deporte enseña "a caminar juntos, a compartir y a recomponer vínculos rotos"
Durante la Misa de clausura del Jubileo del Deporte, el pontífice ha explicado que con el "entrenamiento diario del amor se construye un mundo nuevo" y ha recordado la vida de Pier Giorgio Frassati, patrono de los deportistas

El Papa León XIV saluda a los participantes en el Jubileo del Deporte en la Basílica de San Pedro
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Papa León XIV ha celebrado esta mañana, 15 de junio -día en el que la Iglesia celebra la solemnidad de la Santísima Trinidad-, la Misa de clausura del Jubileo del Deporte que comenzó este viernes 13 y que ha congregado a miles de peregrinos amantes del deporte en la capital italiana.
“Dios no es estático, no está cerrado en sí mismo. Es comunión, relación viva entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que se abre a la humanidad y al mundo”, ha explicado León XIV. “La Trinidad es una danza de amor recíproco, y el deporte puede ayudarnos a entrar en ese dinamismo divino”.
"gratitud, encuentro y comunión"
Ha mencionado a los Padres de la Iglesia san Salonio de Ginebra y san Gregorio Nacianceno y ha evocado la imagen del 'Deus ludens', “un Dios que se divierte”, un creador que juega y se complace en dar existencia. En este marco, el deporte aparece no solo como ejercicio físico, sino como expresión de gratuidad, encuentro y comunión: “Sin un movimiento interior del ‘yo’ hacia el otro, el deporte se reduce a una estéril competencia de egoísmos”.

El Papa León XIV lleva una cruz mientras encabeza la procesión desde el Aula Pablo VI hasta la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano con motivo del Jubileo de la Santa Sede
León ha destacado la importancia de entender el deporte no solo como rendimiento, sino como entrega personal ya que “no se trata solo de dar una prestación física, quizá extraordinaria, sino de darse uno mismo, de ‘jugársela’, por los demás, por el propio crecimiento, por los seres queridos, incluso por los adversarios”, ha señalado. “Y si se es verdaderamente deportista, esto vale independientemente del resultado”.
Tres caminos del deporte como formación cristiana
Durante la homilía, León XIV ha detallado tres dimensiones que hacen del deporte un instrumento eficaz de formación humana y cristiana en el mundo actual:
- La colaboración frente al individualismo: “En una sociedad marcada por la soledad, el deporte enseña a caminar juntos, a compartir, a recomponer vínculos rotos”.
- La presencia real frente al mundo virtual: “En tiempos en que las tecnologías acercan a quienes están lejos pero alejan a quienes están cerca, el deporte recupera el sentido del cuerpo, del esfuerzo y del tiempo real.”
- La fragilidad frente a la cultura del éxito: “El deporte enseña a perder. El atleta que nunca cae no existe. Los campeones no son máquinas infalibles, sino personas que se levantan. Desde la experiencia de nuestra fragilidad se abre la esperanza.”

El Papa Leon XIV encabezó la procesión de los ciudadanos y trabajadores del Vaticano en la Plaza de San Pedro en su Jubileo
El ejemplo de Pier Giorgio Frassati
El Papa ha recordado al beato Pier Giorgio Frassati, joven deportista y amante de la montaña, patrono de los deportistas, que será canonizado el próximo 7 de septiembre: “Su vida sencilla y luminosa nos recuerda que, así como nadie nace campeón, tampoco nadie nace santo. Es el entrenamiento diario del amor lo que nos acerca a la victoria definitiva y nos hace capaces de trabajar en la construcción de un mundo nuevo.”.
“La Iglesia les confía una misión maravillosa: ser reflejo del amor de Dios Trinidad en las actividades que realizan. Como atletas, formadores, grupos, familias, entréguense con entusiasmo a este camino”, ha señalado.
"la eternidad, el campo infinito donde el juego no tendrá fin y la alegría será plena”
Además, ha explicado que como la Virgen María, que “corre al encuentro de su prima Isabel” en el Evangelio, el Papa invitó a moverse con prontitud al servicio del prójimo y de Dios: “Le pedimos a María que acompañe nuestros esfuerzos y los oriente hacia la victoria más grande: la de la eternidad, el campo infinito donde el juego no tendrá fin y la alegría será plena.”