Enfermos, una monja alimentando a un bebé, víctimas de la guerra de Ucrania o un aplauso al Papa Francisco: León XIV almuerza con los pobres

En el marco de la Jornada Mundial de los Pobres, el Pontífice ha almorzado con 1.300 personas vulnerables en el Aula Pablo VI del Vaticano en un ambiente de gran familiaridad

LEON XIV

Redacción Religión

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 El Papa León XIV ha almorzado este domingo con los pobres, en el marco de la jornada mundial, en un ambiente de gran familiaridad y amenizada por la orquesta de Forcella.

    

Unos 1.300 invitados se congregaron en el Aula Pablo VI del Vaticano. El último en llegar fue el Santo Padre, tras el rezar el Ángelus. Tomó asiento en la mesa central, cerca del escenario, dando inicio al banquete no sin antes recordar a su predecesor, el Papa Francisco, impulsor de la Jornada Mundial de los Pobres.

“Con gran alegría nos reunimos esta tarde para este almuerzo, en este Día que tanto deseaba nuestro querido predecesor, el Papa Francisco. Un fuerte aplauso para el Papa Francisco”.

A continuación, León XIV bendijo la mesa, rezando por “las muchas personas que sufren a causa de la violencia y la guerra, del hambre”.

"No sé si la guerra seguirá avanzando, si podré volver alguna vez a mi país”  

Entre los comensales había de todo, una monja misionera de la Caridad, que daba de comer a un bebé con su biberón; otra mujer amamantando a su pequeño, con delicadeza, cuidado y ternura, surcada por un cansancio mal disimulado.

León XIV

“He perdido el trabajo porque me han declarado inválida. Llevaba poco tiempo trabajando como empleada en un comedor, no estaba lo suficientemente protegida y decidieron despedirme sin muchos escrúpulos. Tengo sesenta años, me las arreglo, no es fácil, pero me importa la dignidad, hay que sonreír siempre”, cuenta otra de las comensales junto a León XIV.

Para quienes lo han perdido todo, la única esperanza está en la Iglesia a través de sus centros de escucha. Esto ocurre en Asís, por ejemplo, de donde viene un grupo de la 'Casa del Papa Francisco', gestionada por los Frailes Menores en Santa María de los Ángeles.

De Leópolis había en el banquete una antigua cuidadora, cuyos primos están en el frente en Ucrania. La nostalgia es inmensa: “Seguimos adelante, ¿qué podemos hacer? No sé si la guerra seguirá avanzando, si podré volver alguna vez a mi país”, se lamenta.

"Soy viuda, tengo conmigo a mi madre y a mi hija, que está recibiendo tratamiento médico"  

Entre los comensales de la mesa del Papa se hallaba una mujer con un libro de cómics que recorre la historia de Pinocho y que le regalaría al Pontífice; hay un joven de Costa de Marfil, de pocas palabras, que no es católico: "Aquí se está bien porque uno se siente como en casa, yo vengo de Calabria". 

León XIV

A unos metros del obispo de Roma, comparten mantel y cubierto con el Papa un grupo de mujeres de Chiclayo, tierra de misión del hoy Papa. Llevan en Roma más de veinte años: "Soy viuda, tengo conmigo a mi madre y a mi hija, que está recibiendo tratamiento médico. Llevamos muchos años solicitando una vivienda social, ahora hemos subido en la lista de adjudicatarios, esperemos que todo salga bien. La fe nos ayuda, vivo para Jesús. Menos mal que hay gente buena y de buena voluntad", celebra. 

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