De autor incierto y con muchas teorías detrás: la estatua que obró la recuperación milagrosa de un soldado que perdió una pierna en la guerra

Desde el Jubileo del año 1.300, la escultura recibe a millones de peregrinos

Basílica de San Pedro
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José Melero Campos

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2 min lectura

Cuando visitas la Basílica de San Pedro, al avanzar por la nave central y toparte con el baldaquino,  a la derecha te encuentras con una escultura de bronce negro, atribuida - según algunas teorías - a Arnolfo di Cambio a finales del siglo XIII.

Desde el Jubileo del año 1.300, la escultura recibe a los peregrinos que acuden a rezar ante los restos del primer papa, el apóstol San Pedro. Es una de las pocas estatuas realizadas en bronce que se conservan de época medieval. El apóstol luce una belleza serena, gruesos rizos en el cuero cabelludo y en la barba, vistiendo túnica, capa de color rojo y sandalias romanas. Con su mano izquierda sostiene las llaves mientras que la derecha el alza en gesto de bendición.

PEDRO

 El milagro del soldado polaco  

A lo largo de los siglos los peregrinos se acercaban a la estatua para besar el pie de San Pedro, lo que deterioró su  forma, motivo que llevó al Vaticano a alejar la imagen de los devotos que le rezaban. La costumbre de saludarlo acariciándole o depositando un beso sobre un pie se institucionalizó cuando Pio IX concedió una indulgencia especial a quienes lo hicieran. Sobre la estatua, un mosaico recuerda que Pio IX fue el primer obispo de Roma con un pontificado más largo que el de San Pedro.

La tradición popular asegura que en 1725 un soldado polaco con una pierna paralizada se curó milagrosamente al tocarlo. Testigo del milagro fue Benedicto XIV, quien por aquel entonces era canónigo de la basílica. Para recordar el milagro mandó colocar una pintura con la narración del prodigio, que se encuentra en las Grutas Vaticanas.

 Estatua creada por el escultor florentino Arnolfo di Cambio  

No todos los expertos están de acuerdo en el origen de la escultura. Existe incluso la teoría de que la estatua de San Pedro en realidad es de Júpiter Capitolino, al que se adoraba en el Templo de Júpiter. Se hicieron algunos cambios para darle el aspecto del Apóstol San Pedro.

Otra hipótesis que se ha manejado es que el Papa León Magno ordenó hacer una estatua de San Pedro con el bronce fundido de la citada estatua de Júpiter como agradecimiento al apóstol por haber librado a la ciudad de Roma de Atila, rey de los Hunos. La opinión mayoritaria acepta que la estatua fue creada por el escultor florentino Arnolfo di Cambio.

 El 29 de junio, día grande en Roma  

La escultura de San Pedro encierra un episodio misterioso. El 12 de marzo de 2003 una de las dos manos de la estatua, concretamente la que sostiene las llaves, desapareció misteriosamente. Se sospechó de un robo intencionado o bien que la estatua pudo ser dañada por un turista de forma involuntaria, lo que obligó a una restauración.

Pedro Papa


Cada 29 de junio (fiesta de San Pedro y San Pablo, patronos de Roma) se celebra una gran liturgia eucarística presidida por el Papa. Para la ocasión, se reviste a San Pedro con ornamentos papales,  con la triple tiara, el anillo del pescador y un manto púrpura o rojo. 

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